Después de dos décadas dentro de la institución, Lionel Messi busca salir en buenos términos del Barcelona. Según informaron los diarios El Periódico y Sport, el mejor jugador del mundo le pidió a quienes lo representan que contacten a las autoridades blaugranas para organizar una reunión en la que intentaría sellar su salida con un arreglo que beneficie a ambas partes.
Sin embargo, el diario Marca apunta que la Junta Directiva ya anunció su postura: “O es para renovar o no hay nada que negociar”.
Pese a sus diferencias con el actual presidente Josep María Bartomeu y su Junta Directiva, el 10 se siente agradecido con el club que le abrió las puertas y financió su tratamiento para paliar un déficit en la hormona de crecimiento. Ese sentimiento se extiende a la ciudad en la que crecieron sus hijos y a la cual seguramente volverá tras su paso por otro equipo europeo –por el momento todo indica que ya eligió el Manchester City-, pero su salida al parecer será belicosa.
La directiva de Barcelona apela a que la cláusula de rescisión del futbolista es de 700 millones de euros, una cifra que no podría abonar ninguno de los interesados en su contratación ya que, además de inalcanzable, viola el fair play financiero que impone la FIFA.
Si la negociación ni siquiera comienza, Messi buscará hacer uso de un acuerdo en el que se le concedería la posibilidad de irse libre al final de la temporada. En realidad la fecha de vencimiento de esta cláusula era el 30 de junio, pero como la temporada recién finalizó en el corriente mes por la pandemia, el rosarino y sus asesores legales interpretan que ese plazo se prorrogó automáticamente y dicha cláusula puede ejecutarse ahora, antes que comience el nuevo campeonato español, el 12 de septiembre.