El vicepresidente de Boca, Juan Román Riquelme, consiguió un permiso legal para posponer la indagatoria que debía llevarse a cabo el día de hoy por la causa iniciada a raíz de la presencia de su hijo Agustín en La Bombonera el pasado 12 de marzo. El joven rompió en esa ocasión con el aislamiento obligatorio de siete días dispuesto por el Gobierno Nacional por haber regresado del exterior en el marco de la pandemia.
El 11 de marzo, justo un día antes de que se disputara el superclásico correspondiente al interzonal de la quinta jornada de la Copa de la Liga, se detectaron varios casos positivos de Covid-19 en un vuelo de egresados que retornaban desde Cancún-México. Fue por esto que se desató el escándalo al ver la presencia de Agustín en el estadio.
El hijo de Román, también estuvo de viaje de egresados en Cancún en esa época y si bien no regresó el día en que se conocieron esos casos, había vuelto unos días antes y debía hacer una cuarentena obligatoria de una semana como lo indicaba el protocolo. Y no la hizo.
Apenas dos o tres días después de haber regresado a la Argentina, se lo vio junto a Riquelme en uno de los palcos de la cancha de Boca. Es por esto que se los acusa a ambos de haber incumplido con los artículos 202 y 205 del código penal (actos y desobediencias que propicien la propagación de la pandemia), lo que motivó la indagatoria.
Riquelme podría tener una multa de hasta 100 mil pesos y una pena de prisión de seis meses de mínima, según la tipificación de los artículos 202 y 205 del código penal. También se podría clausurar La Bombonera si se comprueba la falta.
La fiscalía aceptó la solicitud y postergó la indagatoria que debía ser hoy. La misma aún no tiene una nueva fecha.