River no pudo con Central y el merecimiento del segundo tiempo no le alcanzó para que seguir salando la herida que le hizo a Boca cuando le ganó en la Bombonera. El empate sin goles le sigue dando al Xeneize la chance de depender de sí mismo más allá de lo que suceda el miércoles en Tucumán con el partido pendiente. La jornada se fue con la misma diferencia que empezó y ahora River deberá esperar que los del Mellizo no levanten cabeza para que nuevos triunfos lo pongan en la cima del torneo.
Primer cuarto de hora con el juego de las presiones dominando todo. River y Central jugaban apurando mucho el juego para sacarle la pelota al rival y a los dos les iba bien en ese asunto. Al que le iba mal era al partido y a las acciones del peligro en los arcos. Ambos equipos recuperaban y perdían la pelota con la misma asiduidad y en consecuencia el control del juego se quedaba sin dueño en ese inicio del partido. El límite se estaba corriendo y por eso Burgos y Ponzio fueron amonestados no bien la historia se puso picante.
En el Millo ni el Pity ni Nacho tocaban la pelota y en Central pasaba lo mismo con Carrizo y Camacho. La consecuencia inevitable fue que Ruben y Teo por un lado y Driussi y Alario por el otro, solamente recibían juego sucio y dividido, quedando a merced de los centrales. A los 25 minutos los nombres propios del partido se lo llevaban Maidana, Pinola, Ponzio y Colman, entre otros. Así las áreas andaban sin tránsito y sin llegadas. El gran partido que se esperaba, a media hora de haber iniciado, seguía igual; en tiempo de espora,
La jugada de gol iba a nacer desde un error, no había otro camino y así pasó pasada la media hora con un pelotazo largo del Ruso Rodríguez que cabeceó mal hace atrás Martínez Quarta y le quedó a Teo que enganchó y la quiso poner contra un palo. Batalla rechazó y el rebote no tuvo segunda opción de gol. Enseguida esa jugada le dio aire a la visita que tuvo otra acción clara con Marco Ruben que no pudo darle bien a un centro de Carrizo. Con esa sensación de paridad y ventaja mínima para el Canalla, se fue el primer tiempo.
El segundo tiempo arrancó con otra sensación porque a los 7 minutos River tuvo su chance con un disparo de Driussi desde 25 metros que estalló contra la base del palo derecho. Fue extraño que el Millo haya tardado más de 50 minutos en tener una jugada de gol. Como otras llegada de Rojas siguió mostrando ideas mejores River que ya era distinto y buscaba el triunfo. River de a poco lo fue metiendo en su arco a Central con el ingreso de Auzqui para desbordar por derecha, con Ponzio que se hizo gigante y con un rival que se fue quedando sin piernas.
Así el triunfo empezó a ser un merecimiento, en especial por una jugada de Alario que se fabricó su gol y se la sacó el Ruso Rodríguez y con otra llegada de Driussi que de cabeza casi lo pone en el ángulo. Pero no hubo más chances y el juego se terminó en un 0-0 que no festejaron ni el Canalla ni el Millo. La alegría esta vez fue para Boca.
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