Fútbol
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Eduardo Coudet se puede quedar tranquilo: la Comisión Directiva, a través de un comunicado, anunció que no pondrá en venta a ningún futbolista. Esta mañana, Alejandro Donatti y Victor Salazar, el segundo con chances de ir a River, no fueron a entrenar.
En Rosario Central está por explotar algo parecido a una bomba. Y Marcelo Gallardo, desde Estados Unidos, se relame. La dirigencia Canalla tomó una determinación concreta ante la gran cantidad de ofertas que recibieron por varios jugadores: declararon a todos los jugadores intransferibles, y ahora obliga a los clubes que pretendan llevarse futbolistas a abonar las cláusulas de recisión.
La decisión la dieron a conocer a través de un comunicado que, incluso, fue publicado en la página oficial del club. De hecho, el texto agrega: "Cualquier acción de otros clubes, jugadores y/o representantes tendientes a acudir a mecanismos desleales con el objeto de procurar la desvinculación de alguno de nuestros profesionales será considerada ofensiva a los intereses de nuestra institución. La ética debe primar sobre cualquier especulación".
Esta mañana, a pesar de las advertencias, dos futbolistas decidieron no presentarse a entrenar: Alejandro Donatti, pretendido por Flamengo de Brasil, y Víctor Salazar, pedido por Gallardo, no asistieron a la práctica de esta mañana en el complejo donde Rosario Central está realizando la pretemporada. De esta forma, buscan forzar sus ventas.
Pero la situación de Salazar fue más allá. Ricardo Carloni, vicepresidente Canalla, contó en diálogo con "Cómo te va" que el futbolista hace dos días que no pueden contactarlo. "Creemos que River nos va a respetar y no va a seguir negociando con Salazar", agregó.
Desde Orlando, donde River realiza la pretemporada, el Muñeco espera. Sabe que perderá a Gabriel Mercado, quien se iría al fútbol mexicano. En ese escenario, para reforzar el lateral derecho, busca a Salazar. Central rechazó la primera oferta, cuya cifra alcanzó los tres millones de dólares. Ahora, habrá que ver si los directivos, ante las incesantes presiones del jugador, ceden y lo transfieren.