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A los seis minutos, tras un choque con Amor, el delantero sintió un pinchazo en la pierna izquierda y todo parece indicar que sufrió una lesión muscular. Ahora Boca es el que lo espera en buenas condiciones para la pretemporada.
El último libro de pases el delantero Ramón Abila desembarcó en Boca tras su turbulento paso por Cruzeiro y, en La Ribera, lo cedieron a Huracán por seis meses. Cerca de que se cumpla ese tiempo, y teniendo en cuenta la reciente lesión ligamentaria de Darío Benedetto, en La Bombonera esperan a Wanchope con los brazos abiertos pero ayer, ante Vélez, el goleador sufrió una lesión en el aductor izquierdo y todo parecería indicar que se trata de una fuerte distensión aunque los más pesimistas olfatean un desgarro.
De este modo Abila jugó su último partido con la camiseta del Quemero en lo que va del año.
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Fueron tres minutos tremendos para Wanchope. A los seis, tras un centro desde la izquierda, el 9 se perdió un gol cantado de cabeza y, a los siete, tras un choque con el defensor velezano Amor cayó mal y sintió un pinchazo en el aductor izquierdo. Intentó volver al ruedo, pero a los ocho levantó los brazos y pidió el cambio. Los gestos y el rostro del jugador, claro, demostraron bronca y preocupación.
Debido a esto el ciclo de Abila en Parque Patricios estaría terminado pues la fecha en que podría retornar sería ante Belgrano, en Córdoba, un viernes. Y entre que no habrá hinchas visitantes, además de que los tiempos de recuperación se acortan, la presencia del 9 en ese cotejo estaría descartada. Además hay que tener en cuenta que seguramente su cabeza estará en el año que viene pues lo espera el Xeneize.
En el entretiempo Abila dijo ante los micrófonos: “Tengo un fastidio importante. Se me desprendió algo, no suelo tener estas lesiones, pero prefiero esperar a ver qué dicen las imágenes. Ojalá no sea grave”.
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