Se encontraba en reposo en Santo Tomás (Calcuta) desde una semana antes y el gobierno indio le concedió un funeral de Estado y, como parte de éste, su féretro fue trasladado por gran parte de la ciudad en el mismo carruaje en el que fueron llevados los restos de Mahatma Gandhi y Jawaharlal Nehru.
El 13 de marzo de 1997, renunció como jefa de las Misioneras de la Caridad debido a sus contínuas enfermedades y padecimientos, por lo que la hermana María Nirmala Joshi fue elegida para tomar su lugar, pero rehusó adoptar el título de Madre. En sus palabras,"nadie puede reemplazar a la Madre Teresa".
En abril de 1996, la Madre Teresa sufrió una caída, donde se fracturó la clavícula. Para agosto del mismo año, sufría de insuficiencia en el ventrículo izquierdo de su corazón. Recibió una cirugía cardíaca pero su salud declinó de forma notable.
Cuando enfermó nuevamente, tomó la controvertida decisión de internarse en un equipado hospital de California, originando diversas críticas entre seguidores y feligreses.
Al ser nuevamente hospitalizada por problemas cardíacos, el arzobispo de Calcuta, Henry Sebastian D'Souza, ordenó a un sacerdote llevar a cabo un exorcismo en la Madre Teresa con su permiso porque pensaba que ella podía haber sido atacada por el diablo.
Su salud, sin embargo, venía debilitándose con el paso de los años. En 1983, sufrió un ataque cardíaco en Roma mientras visitaba al papa Juan Pablo II. Después de un segundo ataque en 1989, recibió un marcapasos artificial. En 1991, se sobrepuso de una neumonía durante una estancia en México, para lo cual fue tratada en un hospital de California.
Afectada por nuevas dolencias cardíacas, ofreció renunciar a su puesto como líder de las Misioneras de la Caridad, pero las monjas de la orden, en un sufragio secreto, votaron unánimemente a favor de que se quedara y la Madre Teresa aceptó continuar con su labor al frente de la orden.
En 1993 fue ingresada en el Hospital de las Naciones Unidas a raíz de una congestión pulmonar que le provocó, entre otros síntomas, fiebre. Ese mismo año desarrolló malaria, la cual se agravó debido a sus problemas pulmonares y cardíacos, y en Roma se rompió tres costillas.
No obstante, nadie la recordará por sus problemas de salud, sino por su lucha constante por quienes menos tienen. Durante más de 45 años atendió a pobres, enfermos, huérfanos y moribundos, al mismo tiempo que guiaba la expansión de su congregación, que en un primer momento se desarrolló en la India y luego en otros países del mundo.
Tras su muerte, fue beatificada por el papa Juan Pablo II y su canonización fue aprobada por el papa Francisco en diciembre de 2015, después de que la Congregación para las Causas de los Santos reconociera como extraordinaria la curación de un brasileño enfermo en estado terminal.
Había nacido el 26 de agosto de 1910 y Agnes descubrió su vocación desde temprana edad. Ya en 1928 había decidido que estaba destinada a la vida religiosa, por lo que optó por cambiar su nombre a Teresa en referencia a la santa patrona de los misioneros, Teresa de Lisieux.
Si bien dedicó los siguientes 20 años a enseñar en el convento irlandés de Loreto, comenzó a preocuparse por los enfermos y por los pobres de la ciudad de Calcuta. Esto la llevó a fundar una congregación con el objetivo de ayudar a los marginados de la sociedad, primordialmente enfermos, pobres y personas que no tenían hogar.
En la década de los '70 era conocida internacionalmente y había adquirido reputación de persona humanitaria y defensora de los pobres e indefensos, en parte por el documental y libro Something Beautiful for God, de Malcolm Muggeridge.
Obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1979 y el más alto galardón civil de la India, el Bharat Ratna, en 1980, por su labor humanitaria. A ellos se sumaron una decena de premios y reconocimientos de primer nivel, tanto nacionales como internacionales.
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