Es por la falta de controles. Una ONG afirma que ya hay denuncias en la actualidad pero que el ente que controla los jardines está colapsado y con falta de inspectores.
Lo ocurrido en el jardín maternal Tribilín, debido a la falta de controles, podría repetirse en la Capital Federal, donde con pocos inspectores y una estructura deficitaria el gobierno porteño debe supervisar el funcionamiento de cientos de establecimientos de este tipo.
Así lo aseguró a DIARIO POPULAR el abogado Javier Miglino, quien señaló que "tanto en Ciudad como en Provincia las regulaciones para habilitación y funcionamiento de jardines maternales (para niños de 0 a 3 años) son prácticamente las mismas por lo que (el caso del Jardín maternal Tribilín, de San Isidro) es muy probable que se repita acá".
Zonas críticas
El especialista explicó que "en Capital hay áreas críticas como Almagro, Belgrano y Flores, donde hay muchísimos establecimientos de este tipo" y añadió que "la Dirección de Educación de Gestión Estatal (DGEGE) de la que dependen está colapsada y con un número de inspectores insuficiente para que haya un eficiente control".
Según Miglino, en los últimos cinco años se abrieron 200 nuevos jardines maternales, "muchos de los cuales no estarían habilitados correctamente".
"Aunque no con la gravedad de Tribilín, nos han llegado diversas quejas por maltratos, problemas con la comida, que se sirve fría o mal hecha, y chicos que van y vuelven con el mismo pañal", dijo el titular de Defendamos Buenos Aires.
En este sentido, Miglino cargó contra el titular del organismo, Maximiliano Gulmanelli, de quien aseguró "no tiene experiencia ni título habilitante y su único antecedente para ocupar el cargo es haber sido secretario privado de Gabriela Michetti (ex vicejefa de Gobierno)".
Según Miglino "las inspecciones son pocas, espaciadas y sólo se las realiza cuando hay una denuncia, es decir, no se actúa de manera preventiva para evitar estas situaciones lamentables".
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