El posible impacto de un asteroide de gran tamaño contra la Tierra puede ser difícil de predecir. Es por eso que un grupo de científicos de todo el mundo se reunió esta semana en Viena para realizar un simulacro que busca enfrentar la amenaza de un objeto ficticio que se aproxima al planeta.
Durante la Conferencia de Defensa Planetaria, que se celebra en la capital de Austria, se pretende averiguar si las tecnologías, sistemas e instituciones actuales podrían hacer frente a la crisis de un asteroide real que amenazara la vida planetaria. En ese ejercicio de simulación participan agencias tales como la NASA y la ESA.
Actualmente es el día tres de los cinco, y los detalles del ejercicio están disponibles en el sitio web de CNEOS. Este es el séptimo ejercicio de este tipo y se realiza cada dos años. En 2019, los planificadores destruyeron accidentalmente la ciudad de Nueva York en un intento por salvar a Denver, lo que deja en claro que el ejercicio puede volverse un poco intenso.
La simulación, a pesar de estar perfectamente detallada, representa un caso ficticio en el que un asteroide, que recibe el nombre de 2021 PDC y que fue detectado el pasado 19 de abril en Hawai (Estados Unidos), podría llegar a impactar contra la Tierra en octubre de este mismo año.
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Algo que, aunque posible, representa una probabilidad baja, ya que la formación rocosa, que se encuentra a 57 millones de kilómetros, no llegaría a impactar con el planeta, sino a pasar cerca de este.
Uno de los detalles que ha trascendido sobre este caso, es la importancia de la inversión y el perfeccionamiento de los sistemas de atención temprana, ya que con el caso expuesto se demostró que el tiempo de reacción no sería el suficiente como para parar una amenaza así.
Los ejercicios también pretenden darle impulso a la esperada misión de Redireccionamiento de Doble Asteroide (DART, por sus siglas en inglés), programada para 2022, que se propone ser la primera demostración real de una tecnología de desviación de asteroides.
Aunque por el momento no se registra ninguna amenaza grave en el horizonte, continuar avanzando en materia de defensa espacial puede suponer un antes y un después para la civilización, que de esta manera sería quién de frenar este tipo de amenazas que podrían llegar en cualquier momento desde la infinidad del espacio.