Cómo dejar de poner excusas y comenzar a crear la vida que quiero / Por Romina Atencio

Si yo ponía el poder de la responsabilidad de mis problemas afuera le estaba dando, por un lado, un poder al afuera y a los otros que era demasiado; y por otro lado, me quitaba a mí toda posibilidad de acción, porque si lo de afuera no cambiaba o si el otro no cambiaba o si determinadas situaciones no se solucionaban por obra y gracia del Espíritu Santo o por acciones que dependían de otros, entonces yo no iba a poder cambiar mi vida, es decir, no iba a poder cambiar.

Ahí fue que me di cuenta que era una trampa. Estaba completamente atrapada en un lugar sin salida si seguía poniendo la responsabilidad afuera. Entonces, más allá de lo que me hubiesen dicho o no me hubiesen dicho, yo me di cuenta que si no tomaba las riendas y no me empezaba a hacer cargo de todas las cosas de mi entorno y de mi alrededor y de lo que yo quería que cambie, las cosas no iban a cambiar.

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Es probable que, cuando yo te diga “la responsabilidad es toda tuya”, vos por ahí no te lo creas del todo. Por ahí todavía encuentres alguna grieta en tu pensamiento donde termines poniendo la responsabilidad afuera, donde le eches la culpa a otro de algún que otro problema que vos tengas y cuando digo a otro me refiero a: pareja, hermanos, madre, padre, trabajo, compañero, jefe, circunstancias económicas, políticos, policía, maestros, doctores, médicos, enfermedades ,virus, circunstancias, afuera lo que es afuera. Y está bien que así sea, porque nuestro cerebro tiene años de entrenamiento, años de poner afuera. Entonces no está mal que vos digas: “Che, bueno, tomo la responsabilidad de todo pero la verdad es que tal cosa tiene que cambiar, si no es muy difícil”.

Tomá esas grietas que te empiezan a aparecer porque son esas grietas, esas pequeñas grietitas mentales donde todavía no podemos hacernos cargo, donde todavía sentimos que tenemos que poner afuera, donde todavía no podemos cortar con ese cordón umbilical, donde todavía no podemos salirnos de esos patrones de pensamiento, las que hoy te están atando y no te dejan poder lograr la vida que está soñando y lo que querés.

Es ahora cuando te toca poner manos a la obra y vamos a hacer un ejercicio para poder detectar en parte de dónde vienen esos patrones y cuáles son esas grietas de pensamiento donde todavía estás anclada en la no responsabilidad.

Romina Atencio

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Ejercicio

Enumerá todas las cosas de tu vida que estás queriendo modificar hoy (podés poner acá lo que no te gusta, lo que te gustaría que cambie: puede ser una relación, puede ser el humor, puede ser tu cuerpo, tu economía, puede ser lo que vos quieras, no hay ni bien ni mal. Pero tenés que poder ser muy sincero y poner todo aquello que vos quieras que sea distinto a hoy).

Para hacerlo te voy a invitar a que busques un espacio donde estés cómodo, donde puedas estar relajado y que tomés tres respiraciones profundas. Cuando ya estés listo, inhala y exhala por la nariz y mientras lo hacés repetí: “Inhalo al inhalar y exhalo al exhalar”. Este ejercicio te va a permitir comenzar este caminito del desarrollo personal.

Cuando ya tengas tu lista preparada entonces te voy a invitar a que la observes, la leas y la releas sin juzgarla, sin querer cambiarle nada de forma racional simplemente obsérvala y listo. ¿Qué sentis al observar lo que escribiste? ¿Cómo es la versión tuya que ya lo cambió? ¿Qué pensamientos tiene?

Este tipo de ejercicios son el primer paso. Poco a poco vas a empezar a escucharte, vas a aprender a escuchar qué es lo que tu alma tiene para decirte. Tu alma tiene un impulso creativo, muy fuerte, que quiere que salgas a crear la vida de tus sueños. Son tus mandatos y tus creencias, las que te lo impiden. Por eso, es importante que aprendas a detectar cuáles son esas limitantes, y que aprendas a escuchar la voz de tu alma.

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Cuando el Alma nos habla, es muy clara su voz, cuando sabemos oírla. El alma nos habla a través del cuerpo, las emociones, todas las molestias en nuestro día a día. Todas aquellas cosas que no te gustan de tu vida, cuando parecen ser intolerables, el alma empieza a gritar. Cuando comenzamos a fluir con la voz del alma, y a danzar la danza que nos ofrece, poco a poco la vida que queremos empieza a aparecer delante de nuestros ojos. No de golpe, no de un día para el otro, pero empezamos a notar cambios pequeños.

Te invito a indagarte, a preguntarte y a no quedarte quieto. El camino es hacia adentro. Si te resuena algo de esto y quisieras seguir indagando, ¡no dudes en ponerte en contacto conmigo!

Quisiera invitarte, además, a sumarte a un taller gratuito de cinco días que voy a dar la última semana de julio en modalidad virtual. Para sumarte, podés mandarme un mensaje, dejándome tu correo electrónico al WhatsApp 116- 016-5378, o podés seguirme en Instagram, donde vas a encontrar toda la información. Mi Instagram es @diosaalmica (ig@diosaalmica). Hasta el domingo!