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Si los resultados de la investigación se confirman, significaría que los elefantes son los únicos animales de los que se tiene constancia que se comunican con nombres.
Los científicos de la Universidad Estatal de Colorado (Estados Unidos) descubrieron que los elefantes pueden mantenerse en contacto entre sí marcándose uno a otro con sonidos vocales específicos, que son un equivalente a los nombres humanos. El estudio, que se realizó en agosto, aún no fue revisado por otros expertos.
Los investigadores examinaron el comportamiento de elefantes en Kenia y recopilaron 625 grabaciones de sonidos que emiten estos animales. Después, utilizaron el aprendizaje automático para clasificarlos e identificar sonidos repetitivos o similares.
Como resultado, los científicos descubrieron ciertos sonidos característicos cuando los elefantes volvían a verse y observaron que también utilizaban a menudo el mismo tipo de estruendo para comunicarse con el mismo animal. Los investigadores decidieron reproducir estos sonidos a 17 elefantes y descubrieron que algunos animales empezaban a moverse más rápido hacia la fuente del sonido cuando oían lo que los científicos creen que es el nombre de uno de los ejemplares.
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Si los resultados de la investigación se confirman, eso significaría que los elefantes son los únicos animales de los que se tiene constancia que se comunican con nombres, como los humanos. Estos grandes mamíferos son conocidos por sus fuertes sonidos, similares a los de una trompeta, pero se comunican principalmente a través de retumbos de baja frecuencia, transmitiendo así mensajes a otros elefantes situados a varios kilómetros de distancia.
Un elefante maltratado en un templo budista es trasladado a un refugio tailandés
Luego de pasar más de 20 años en un templo budista en Sri Lanka, donde presuntamente era maltratado, un elefante fue trasladado desde ese país hasta Tailandia, informa la agencia AP.
Muthu Raja, como fue bautizado el animal, fue donado en 2001 por la familia real tailandesa al Gobierno de Sri Lanka, que lo cedió al templo budista Kande Viharaya, donde recibía trato honorífico en ciertas procesiones religiosas.
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A pesar del lugar de privilegio que ocupaba en el templo budista, la asociación Rally for Animal Rights and Environment (RARE) denunció que el elefante sufría de maltratos e incluso tiene una pata rígida a causa de una lesión mal atendida que arrastra desde hace tiempo.
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