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Tiene 16 años y, desde que nació, sufre una encefalopatía crónica no evolutiva. Le escribió una carta a Bergoglio, quien no sólo le contestó, sino que contó su historia ante una multitud en Roma.
"Mandamos la
carta pensando que era un saludito, nada más, después pasaron estas cosas que
nos sorprenden y nos tienen a flor de piel con la emoción", expresa Marisa, la
mamá de Nicolás.
El mensaje que Nico le mandó a Francisco, le llegó al Papa por intermedio de un amigo de la familia que viajó a Roma. "Tratamos de contar en palabras sencillas lo que Nico siente", acota la madre.
Una semana después, Nico recibió la respuesta a su carta y cuando sus papás se la leyeron, "él estaba muy emocionado".
"Después empezó con los festejos y todavía sigue festejando que tiene a su amigo particular Francisco", asegura, con una enorme sonrisa, su mamá.
Pero Francisco no sólo leyó y contestó esa carta, sino que el pasado 4 de octubre contó la historia de Nicolás en Roma, frente a una multitud y ante la tumba de San Francisco de Asís.
Nicolás tiene 16 años, pero la encefalopatía crónica no evolutiva que padece de nacimiento no le permite, entre otras cosas, hablar.
"Siempre tuvimos una visión muy esperanzadora de pensar que fuera lo que fuera, la intención nuestra era que fuera feliz y que pudiera desarrollar todas las potencialidades", resume Marisa y asegura: "en ese sentido encaramos la vida".
La carta de Nicolás
"Querido Francisco: soy Nicolás y tengo 16 años. Como no puedo escribirte yo (porque todavía no hablo ni camino), pedí a mis padres que lo hagan en mi lugar, porque ellos son las personas que más me conocen.
"Te quiero contar que cuando tenía seis años, en mi colegio que se llama AEDIN (Asociación en Defensa del Infante Neurológico) el padre Pablo me dio la primera comunión, y este año, en noviembre, recibiré la confirmación, algo que me da mucha alegría.
"Todas las noches, desde que me lo pediste, le pido a mi ángel de la guardia -que se llama Eusebio y tiene mucha paciencia- que te cuide y te ayude. Puedes estar seguro de que lo hace muy bien porque me cuida y me acompaña todos los días. Ah, y cuando no tengo sueño... viene a jugar conmigo.
"Me gustaría mucho ir a verte y recibir tu bendición y un beso: ¡sólo eso! Te mando muchos saludos y sigo pidiendo a Eusebio que te cuide y te dé fuerza. Besos.
Nico".
La respuesta de Bergoglio
"Querido Nicolás: muchas gracias por tu carta. Muchas gracias por rezar por mí. Con tu oración, vos me ayudás en mi trabajo, que es llevar a Jesús a todas las personas. Por eso, querido Nicolás, sos importante para mí.
"Y te quiero pedir, por favor, que me sigas ayudando con tu oración y también pidiéndole a Eusebio, que seguro es amigo de mi ángel de la guarda, que también me cuide.
"Nicolás, gracias por tu ayuda. Rezo por vos. Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide. Afectuosamente, con mi bendición.
Francisco".
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