"Estas herramientas de juego incluso tienen los avales para patrocinar equipos de una amplia gama de deportes, generando una familiarización con las apuestas incompatible con los valores del bien común, del deporte y de una sociedad sana y fraterna", consideró el Papa en su nuevo libro.
Francisco se manifestó preocupado por la “proliferación” entre los jóvenes de las denominadas “apuestas online”, aseguró que se trata de una “falsa ilusión de una salvación individual en medio de contextos de crisis cada vez más extendidos”, y habló de la complicidad de los gobiernos con la “ludopatía”.
“Nuestros gobiernos no pueden ser cómplices de una instigación a la ludopatía que provoca serios daños a la salud emocional y financiera de nuestra juventud. Estas herramientas de juego incluso tienen los avales para patrocinar equipos de una amplia gama de deportes, generando una familiarización con las apuestas incompatible con los valores del bien común, del deporte y de una sociedad sana y fraterna”, resaltó el Papa.
Sus dichos fueron publicados dentro de “La esperanza no defrauda nunca”, libro que el Pontífice escribió con el periodista argentino Hernán Reyes Alcaide y que salió a la venta este martes en diez idiomas. El tercer trabajo que publican juntos llegará a las librerías de Argentina antes de fin de año e incluye temas de actualidad como el avance de la Inteligencia Artificial, los problemas de los migrantes a nivel global y la situación económica de la clase media.
“Me preocupa la proliferación de sistemas dirigidos a captar a los jóvenes en las denominadas apuestas online que aparecen como una falsa ilusión de una salvación individual en medio de contextos de crisis cada vez más extendidos. La masificación de los teléfonos inteligentes ha convertido al celular de cada uno de nuestros jóvenes en un casino móvil, abriéndole puertas a una multitud de opciones de apuestas cada vez más amplia y de disposición inmediata, que anestesian el sentimiento de responsabilidad”, escribió el religioso argentino de 87 años.
Las apreciaciones de Francisco se dan en un contexto de creciente preocupación a nivel mundial y de masificación de empresas de apuestas en línea que tiene su propio correlato en Argentina, donde en julio la Iglesia ya había alertado en un documento firmado por decenas de Pastorales Diocesanas, titulado “Apostar no es un juego”, en el que se reclamaron medidas urgentes contra la ludopatía en los más chicos.
“Equipos de la Pastoral Social de distintas provincias del país queremos expresar nuestra profunda preocupación por lo que está pasando con las denominadas apuestas online. Coincidimos en que se está naturalizando una conducta muy nociva para todas las personas, para la vida en comunidad y, sobre todo, para adolescentes y niños y sus familias”, suscribieron entonces. “Los chicos apuestan hasta en los recreos”, sintetizaron.
El mes pasado, el propio Francisco se había referido al tema como una “adicción” y no como un “juego”. “Me da tristeza ver que los partidos de fútbol y las estrellas deportivas promuevan plataformas de apuestas. Eso no es un juego. Es una adicción. Es meterle la mano en el bolsillo a la gente, sobre todo a los trabajadores y a los pobres”, agregó.
Según una encuesta reciente de la Asociación de Loterías, Casinos y Quinielas de la Argentina (ALEA), “a 6 de cada 10 padres les preocupa que sus hijos apuesten online”. De acuerdo a ese estudio, la edad de inicio de los adolescentes es entre los 13 y los 17 años, y lo hacen, en su mayoría, para ganar plata: más del 65% respondieron que esa es la principal razón a la hora de apostar.