Comodoro Rivadavia vive uno de los tiempos más dolorosos de su historia. El temporal que arrasó con todo dejó –se estima- a un centenar de familias en la calle, porque los desbordes pluviales, cloacales y la anegación de las calles destruyeron sus viviendas. Es que cayeron más de 100 milímetros de agua entre las 9 del miércoles y la medianoche de jueves que dejaron, además, dos heridos que cayeron de los techos de sus casas al intentar reparar goteras, así mcomo también una joven desaparecida.
Acaso con un paraguas que no alcanza a frenar el desastre, las autoridades hablan de que si no se hubieran hecho las obras correspondientes, todo sería peor. Como si fuera poco, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió un alerta meteorológico por vientos intensos con velocidades entre 45 y 70 kilómetros por hora y se estima que la situación recién se calmará el domingo.
El intendente de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares, y el vicegobernador Mariano Arcioni compartieron un concepto para resumir la situación: “Tendremos que reconstruir viviendas y la misma ciudad”. El jefe comunal aseguró que están “desbordados” y destacó la solidaridad de la gente, que ayuda con gomones, botes y “con lo que puede”.
Detrás de los videos, las fuertes imágenes y las campañas de solidaridad que recorrieron los canales de noticias y las redes sociales, surgieron historias de vida. Historias mínimas y no tan mínimas que, como pudieron, reconstruyeron los medios locales, principalmente El Patagónico y ADNSUR.
Jorge tiene 50 años y vive en el barrio San Cayetano. A las 11:40 del jueves sintió un fuerte dolor en el pecho mientras veía cómo el agua ingresaba en su vivienda y ante la incertidumbre de dónde estaría su esposa. Se descompensó. Lo ayudaron Cristian Pérez y Juan López, dos policías que trabajaban en el lugar evacuando a otros vecinos: lo cargaron en el móvil 662 y pidieron a sus camaradas que les aseguraran un camino rápido hacia el Hospital Regional. Allí quedó internado, fuera de peligro.
Eran las 17 del jueves y una mujer cuya identidad no trascendió fue rescatada en la parte alta del barrio Jorge Newbery cuando estaba a punto de dar a luz. La trasladaron al Hospital Regional, al que de otro modo no hubiera podido llegar porque no había transporte público de pasajeros, ni servicio de remises y taxis. ¿Quiénes la trasladaron? Efectivos de la Seccional Segunda que la cargaron en el móvil y la dejaron en manos de los médicos de guardia. En ese mismo viaje, los policías aprovecharon para devolver a sus casas a cuatro ancianos que habían recibido el alta pero esperaban en el hospital a que alguien los ayudara.
La comisaría de Mosconi tampoco escapó al desastre. Ni siquiera los propios policías se salvaron: sus autos particulares, así como los dos patrulleros que estaban en la puerta del edificio, quedaron flotando. Los efectivos colocaron chapones para frenar el paso del agua, que logró colarse de todos modos y causar daños menores en el interior de la comisaría. En ese marco, cuatro presos fueron sacados por la guardia de Infantería: lo hicieron caminando y tras un llamado al juez de garantías. Los detenidos caminaron custodiados por la calle, metros más adelante los subieron a una camioneta que llevó a dos de ellos a la alcaidía y a otros dos a la Seccional Cuarta.
El diario El Patagónico publicó un duro editorial contra las versiones apócrifas que corrieron como reguero de pólvora a través de cadenas de WhatsApp y otras redes sociales. “Hablan de muertes que no existieron, de inexistentes desplomes de techos de lugares públicos, de cortes de energía programados que jamás se programaron y hasta de agua contaminada”, advierte el texto, que a su vez critica duramente la cobertura periodística del temporal.
Una vecina de Comodoro Rivadavia publicó un fuerte mensaje en las redes sociales que reproducimos a continuación: “Por el amor de Dios son las 4 de la mañana. No se imaginan el río de agua y barro que corre frente al Estadio Municipal, es impresionante, asusta. Pobre gente la que vive cerca del Museo del Petróleo, atrás de la Anónima aquí en km. 3, ´hoy no duerme´. Ayer muchas familias perdieron todo. ¿Por qué la naturaleza nos castiga de esta manera? Algo hemos hecho mal, sobre todo nuestros funcionarios políticos que gastan dinero del pueblo en cosas intrascendentes, como colocar carteles con propagandas políticas, pensando en las próximas elecciones, pero no en las futuras generaciones. Basta por favor, déjense de burlarse del pueblo, trabajen por el sueldo que les pagamos. Ustedes van a tener que rendir cuentas por la falta de inversión en obras”.
La directora de la Escuela 732 de Laprida contó que en el barrio hay “familias atrapadas, 56 mayores y 39 chicos evacuados en la escuela, entre ellos bebés y dos quebrados que fueron trasladados al centro de salud ya que esperaron por una ambulancia que no llegó”. Según contó, los pedidos de auxilio no se detienen: “Siguen llamando, llamaron durante toda la noche familias desesperadas a las que no pudieron todavía socorrer porque las cuadrillas de rescatistas las forman los propios vecinos y no tienen los equipos necesarios de rescate”. Necesitan alimentos, frazadas y ropa de abrigo.