El buque escuela de la Armada Argentina regresó al Puerto de Buenos Aires. Había zarpado el 7 de junio con 270 tripulantes. Los detalles principales del viaje y la emoción de los marineros en el reencuentro con sus familiares.
La Fragata ARA Libertad, el emblemático buque escuela de la Armada Argentina, regresó este domingo al Puerto de Buenos Aires, donde puso punto final a su 53º viaje de instrucción. Esta vez, la travesía se extendió por 169 días de navegación e incluyó la visita a diez puertos internacionales.
Pasadas las diez de la mañana, la llegada del buque escuela a la dársena norte marcó el cierre oficial de su misión. Familiares, exmarinos, autoridades militares y civiles, y cientos de curiosos se congregaron desde temprano en el puerto para recibir a la embarcación, que arribó escoltada por buques menores y bajo un cielo despejado.
La Fragata había zarpado el 7 de junio pasado con 270 tripulantes, incluyendo 51 guardiamarinas en comisión, que durante los seis meses de navegación pusieron en práctica conocimientos clave de su formación, como la navegación astronómica y el liderazgo. El viaje estuvo al mando del capitán de navío Roberto Ariel Gestoso.
La Fragata Libertad visitó puertos de nueve países.
El itinerario cubrió 39.700 kilómetros e incluyó recaladas en puertos de Brasil, España, Noruega, Alemania, Países Bajos, Portugal, Costa Rica, Estados Unidos y República Dominicana.
Entre los puntos destacados del viaje estuvieron su estadía en el puerto de Hamburgo, donde el buque participó de actividades protocolares y culturales, y su paso por Baltimore (Estados Unidos), donde fue recibido por una gran comunidad latinoamericana. El cierre de la travesía incluyó la tradicional navegación por la Rada La Plata, donde la embarcación fondeó entre el sábado y este domingo, antes de emprender el tramo final hacia Buenos Aires.
El reencuentro de la tripulación con sus seres queridos estuvo cargado de una profunda emoción, traducida en abrazos, lágrimas y banderas. Las familias aguardaron en el muelle con carteles mientras la banda de música de la Armada acompañó la ceremonia. Las historias de reencuentro se repitieron a lo largo de la dársena.
Una de las marineras, aún con la adrenalina del desembarco, apenas pudo expresar su alegría: "Muy contenta de reencontrarme con la familia… fueron seis meses muy largos". A su lado, otro tripulante completó la vivencia: "De aprendizaje, de experiencia". Por su parte, el marinero Mateo González resumió la vivencia como "una experiencia de vida increíble".
Otro ejemplo de la ansiedad contenida fue el de Santiago, a quien sus padres, llegados de Punta Alta, abrazaron emocionados. "Se hizo larga la espera, pero ya está, lo tengo acá conmigo", dijo su mamá con lágrimas.
La Fragata ARA Libertad, reconocida mundialmente por su elegancia y embajadora itinerante de la Argentina, concluyó así un nuevo viaje de instrucción. La nave, que permanecerá en el puerto para actividades y mantenimiento, ya tiene previsto su próximo viaje para 2026.
comentar