En 2018, el japonés Akihiko Kondo se hizo famoso porque se casó con un holograma. En esa boda se gastó 2 millones de yenes (unos 17.000 dólares) y fueron unos 40 invitados, entre amigos y familiares-, aunque la mayoría no asistió.
El hombre de 38 años es considerado como "fictosexual", es decir, que se siente atraído sexualmente por personajes ficticios. En este caso, su novia lleva por nombre Hatsune Miku, y representa a una cantante artificial japonesa con cabello turquesa pero no existe en forma física.
Esta especie de relación entre ambos dio un giro una vez que se eliminara el soporte para el software de Gatebox, una máquina que permite a los usuarios interactuar con este tipo de personajes en forma de holograma.
En este sentido, Kondo afirmó que ahora no puede hablar con su esposa. Sin embargo, dejó en claro que sus sentimientos por ella no han cambiado, aunque ahora está un poco más solo sin su dulce voz de compañía.
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