La Armada Argentina prohibió el uso de barba para todo su personal

El contraalmirante Juan Carlos Romay, quien es el Director General del Personal y el Bienestar de la Armada Argentina, ha firmado la nueva determinación de la Armada Argentina el 27 de febrero. La medida fue justificada por miembros de esa cartera porque, entre otros beneficios, "facilitará el entrenamiento de los uniformados".

Se establece en el punto 1 con el título "Barba" que "queda prohibido el uso de la misma para todo el personal militar", y luego se enumeran las excepciones a esta regla.

Las excepciones se aplicarán a "unidades desplegadas fuera de su asiento natural en operación, las cuales producto de una contingencia o por diseño de la unidad limitan su capacidad de agua dulce y que, de no racionalizarla, afecten el cumplimiento de la misión (por ejemplo, unidades/elementos de superficie, submarinas, de Infantería de Marina en operaciones de tiempo prolongado, Unidades de Campaña Antártica/Patrulla Naval Antártica combinada, navegando al sur del paralelo 60° y dotación de Bases Antárticas” y también por “prescripción médica” y detalla que “la misma deberá ser completa, con bigotes, prolija y recortada, evitando toda excentricidad en su forma y dimensiones”.

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Los uniformados y los submarinistas pueden usar la barba cuando están a bordo debido a la necesidad de ahorrar agua cuando están en operaciones y evitar usar ese recurso necesario y limitado para afeitarse. En esos casos, solo se permitía la barba completa y no el "estilo candado" en la barba.

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El almirante Joaquín Stella, el jefe de la Marina en la Presidencia de Fernando De la Rúa, volvió a autorizar la barba en la Armada, la única fuerza que la tenía permitida, no así en el Ejército ni en la Fuerza Aérea, pero solo para oficiales con la jerarquía de capitán de corbeta o superior. Después, se extendió a niveles más bajos e incluso a los suboficiales. La medida fue tomada con el objetivo de recuperar la tradición naval histórica y también se utilizó como un beneficio simbólico para disminuir el aumento del descontento por los bajos salarios.