Últimamente la palabra energía se está utilizando más de lo común, y no precisamente para hablar de aquella que prende el foco de luz. Frases como 'que densa la energía de este lugar', cada vez son más frecuentes en las conversaciones del día a día e, incluso, se le atribuye un dolor de cabeza o cansancio extremo a un espacio físico determinado. Pero, entonces ¿A qué energía se hace referencia? ¿Qué es lo que hace que se experimente en el cuerpo un síntoma físico sin una causa biológica aparente? POPULAR entrevistó a Eva Spina, médium, terapeuta holística y creadora del taller "fuerzas energéticas", para evacuar todas las dudas.
Según el CONICET (Organismo dedicado a la promoción de la ciencia y la tecnología en la Argentina) la energía se define como la capacidad de producir movimiento, de generar cambio y es inherente a todos los sistemas físicos y a la vida en todas sus formas.
Los espacios, las personas, los objetos, "la vida en todas sus formas" son energía. Y si quedan dudas, podemos recurrir a lo que decía Einstein: “Todo lo que nos rodea, incluidos nosotros mismos, está hecho de energía”.
“Cuando estamos en un lugar físico, estamos también en un lugar astral o vibracional, y las energías no mienten… alguien te puede tratar muy bien y tu cuerpo te puede estar diciendo totalmente lo contrario, porque lo que sucede es un intercambio energético. Cuando uno comparte, no solo comparte la persona que uno es, sino también la emoción, los sentimientos”, explicó Eva.
Las situaciones que vivimos de modo cotidiano, como el trabajo, el atravesar un duelo, o un cambio muy importante en nuestras vidas, modifican el estado emocional y se lo puede constatar en el cuerpo físico con síntomas como dolores de cabeza, pesadez, cansancio, ansiedad o depresión.
"Somos seres energéticos vibracionales, seres álmicos, tenemos la constatación de que no solo somos este cuerpo físico, porque al morir hay algo que se va del cuerpo y algo queda. Hay una experiencia extra corpórea que perdemos de vista desde este lado humano y a eso podemos atribuirle el nombre de alma, de energía, de ser o de espíritu", apuntó Eva Spina.
Pero entonces, si "no somos solo este cuerpo físico" ¿Qué somos? Podríamos decir que contamos con un cuerpo físico, un cuerpo mental, uno emocional y uno espiritual/energético. El cuerpo físico lo atendemos al ir al médico, el cuerpo mental y emocional cuando recurrimos al psicólogo, pero muy poco se suele hacer por el cuerpo energético y es igual de importante que los otros, porque interactúan entre sí.
"Aprender a sentir las energías ya sean de nuestra casa o lugar de trabajo, va de la mano de mirar cómo nos sentimos en esos lugares, porque esa es la clave para registrar qué tipo de energía o vibración está acumulada en el ambiente. Y cuando decimos energía acumulada, la podemos traducir a la energía estática, incluso a la cantidad de conexiones a internet, redes, antenas y dispositivos", explicó la terapeuta holística.
“No es que vamos a atribuirle la solución a todo tipo de problemas a una limpieza energética, pero sí podemos decir que suma, que ayuda, que se notan cambios”, remarcó Eva.
Los espacios, para realizar una limpieza energética completa, se deben limpiar de cuatro formas:
1. Fisicamente: es la limpieza tradicional que hacemos todos al trapear, lavar los platos, y pasando la aspiradora.
2. Emocionalmente: es aquella que se hace cuando uno saca los papeles viejos, la ropa que no va más y todas aquellas cosas que no aportan alegría, bienestar en el hogar o en los espacios donde estoy. Se retira todo aquello que ocupa espacio y que normalmente habla de una acumulación interna.
Un ejemplo planteado por Eva fue: "Es algo muy común tener fotos de los difuntos, y no de las personas que tenemos a nuestro lado. ¿Qué pasa con nosotros cuando estamos mirando constantemente al pasado?" A ese tipo de desintoxicación emocional se refiere la creadora del taller "Fuerzas Energéticas".
Y aclaró: "Todas estas son miradas interpretativas de cómo uno puede limpiar un hogar o un espacio, y a su vez trabajar en uno mismo y poder pulir esas cosas que nos hacen sostener, retener e incluso abandonar".
3. Mental: Es aquella relacionada con las conexiones a internet, los dispositivos electrónicos y todo lo que tiene que ver con la información. "Te diría que es la más importante porque nuestra mente se va cargando con la información que encontramos en el cotidiano", apuntó Eva Spina.
"Por ejemplo, uno de los consejos para una limpieza mental es preguntarse cómo está la mesa de luz, porque es uno de los primeros lugares que miramos al despertarnos y lo último que vemos a la noche… Y todo eso acumula información", remarcó.
Asimismo explicó que una limpieza mental en el nivel del hogar lo podemos hacer escuchando canciones que eleven la vibración, generando una práctica de oración o de rezo (sea cual fuere la creencia de cada uno) o incluso "decretando" con la palabra lo que uno quiere que se manifieste en el lugar. "Por ejemplo, al decir ‘quiero que el lugar vibre amor, alegría, abundancia’, hay algo que estoy decretando", explicó.
4. Ambiente/Astral: la cual viene de mucho tiempo atrás conocida por las casas embrujadas, y las técnicas utilizadas por las abuelas, pero que últimamente se comenzó a difundir con la creciente corriente holística. Ésta se realiza encendiendo un sahumerio, limpiando los pisos con vinagre, con agua y sal o sahumando con un atado de plantas aromáticas. Lo más importante a la hora de hacerla es la intencionalidad y el pedido de asistencia de los Ángeles, los arcángeles o según la propia creencia.
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