La pesca ilegal genera pérdidas por 5 mil millones de dólares

Esta práctica se da en todo el mundo y preocupa su proliferación en la Zona Económica Exclusiva argentina, que abarca 200 millas náuticas (unos 370 kilómetros) a partir de la línea base. El territorio es custodiado los 365 días del año por la Armada Argentina y la Prefectura Naval Argentina, policía auxiliar pesquera de la autoridad de aplicación, que es la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de la Nación.

Si bien fuentes oficiales no pudieron precisar un número, el perjuicio al Estado por esta práctica, que también afecta a la llamada “milla 201” (está pasando el límite de la ZEE), llega a ser cada año de unos 5 mil millones de dólares y cuesta además miles de empleos en la industria pesquera, según una estimación realizada por el ex subsecretario de Pesca César Lerena al sitio especializado Diálogo Chino.

Dentro de las 200 millas donde el Estado tiene potestad, ya fueron capturados 75 buques pescando de manera ilegal en nuestras aguas, la mayoría de ellos de bandera china y buscando distintas especies, aunque las más buscadas son calamares y langostinos. Desde la cartera de Pesca, conducida por Juan Bosch, le explicaron a DIARIO POPULAR que esta problemática “representa una seria amenaza contra la conservación efectiva y la ordenación de los recursos pesqueros mundiales”.

“Puede inclusive llegar a provocar el colapso total de una pesquería o perjudicar gravemente los esfuerzos por restaurar las poblaciones agotadas, con la consecuente afectación a las comunidades que dependen de la pesca para su sustento alimentario y su ingreso familiar. Amenaza todos los eslabones del sistema alimentario de la pesca”, alertaron desde la Subsecretaría, dependiente del Ministerio que conduce Luis Etchevehere.

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Para regular la actividad, el ente, a través de la Ley Federal de Pesca 24.922, desarrolló el Sistema Integrado de Control y Fiscalización, que incluye el otorgamiento de permisos de pesca y su registro, además de contar con una base de datos, un monitoreo satelital de la flota nacional, controles a bordo y en puerto, así como cuidados establecidos para las especies de mayor importancia comercial.

“Todos los buques que operan en la Zona Económica Exclusiva Argentina son de bandera argentina y responden a la normativa nacional; cuentan con un permiso o licencia de pesca y están obligados a descargar en puertos nacionales”, resaltaron desde Pesca. Y advirtieron que “no se autoriza el transbordo en el mar”, que es el traspaso de una embarcación a otra en aguas abiertas, una de las modalidades más utilizadas por los pesqueros ilegales.

Para tratar de atenuar la pesca ilegal, la Subsecretaría cuenta con buques y aeronaves de Prefectura que monitorean constantemente la ZEE, asistidos por radares. “Cuando se detecta un ingreso no autorizado se da aviso y se le ordena al buque infractor el ingreso a un puerto argentino para que se realicen las inspecciones y se determinen las sanciones correspondientes”, resaltaron las autoridades.

Y precisaron que “en caso de intento de fuga se da lugar a la persecución y captura de la embarcación”, mientras que advirtieron: “Si no se logra el objetivo de captura del buque extranjero, se da orden de captura internacional (INTERPOL)”.

“Los buques extranjeros que cometieron la infracción y son capturados deberán abonar la multa, la captura si la tuviese y se le decomisara los artes de pesca no reglamentarios”, concluyeron.

Este protocolo de actuación, autorizado por el Ministerio de Seguridad de la Nación, según precisaron fuentes de esa cartera, determina los pasos a seguir por la fuerza naval en caso de encontrarse con un barco infractor.

Consultado acerca de la actuación de la Prefectura Naval Argentina, el prefecto mayor Rodolfo A. González repasó: “Hasta la fecha hemos capturado 75 buques. La mayoría de ellos son de bandera china, aunque también existen muchos españoles”.

González valoró además que el operativo “se desarrolla durante los 365 días del año a través de medios aéreos y de superficie, con el concepto de control a distancia”, constituyéndose la fuerza en policía auxiliar pesquera, en cumplimiento de la ley 18.398.

El especialista agregó que los buques ilegales, además de abonar la multa que les imponga la Subsecretaría de Pesca, también corren con los gastos administrativos: “Ahora se cobran los costos operativos y logísticos, es decir trasladarnos hasta el lugar donde está y acercarlo a la zona portuaria. Ese movimiento genera un gasto indeterminado y lo tiene que abonar el infractor”.

Sin embargo, la PFA no es la única fuerza que patrulla el mar. Voceros de la Armada Argentina le confiaron a este medio que sus miembros “hacen la vigilancia aérea marítima como alerta temprana con sus aviones de exploración P3B Orión -de 12 horas de autonomía- y con buques patrullas de control del mar”.

Incluso, precisaron que “ambas tareas son realizadas en los espacios marítimos de interés, o sea dentro de la ZEE hasta 360 km desde la costa”, pero advirtieron que también “por fuera de ella, en la llamada zona adyacente, que sigue siendo nuestra plataforma continental”.

Puntualizaron que no sólo se realiza prevención por actividades de pesca ilegal, sino que también buscan anticiparse a diversas cuestiones como “contaminación, exploración, explotación y transporte de sustancias químicas”.