El paro de las 62 líneas de colectivos tomó por sorpresa a cientos de usuarios que se aprestaban a llegar a la Ciudad de Buenos Aires. No es la primera vez que se toman este tipo de medidas. Tampoco es la primera vez que un chofer resulta muerto por un asalto mientras está en funciones. En la madrugada, Carlos Sánchez, de la línea 514, fue asesinado cerca de la estación de trenes de Claypole, partido Almirante Brown. Su cuerpo fue encontrado dentro del interno y con un tiro en la cara. El colectivo chocó contra la vereda.
"Ni con guardaespaldas podemos andar, esto es peor que una guerra. Yo me puedo poner cara a cara con la gobernadora (María Eugenia Vidal), con el ministro (de Seguridad, Cristian Ritondo). Pero nadie puede garantizar la vida de nadie. Hay que buscar más esfuerzos", criticó en Radio La Red cuando comenzaba la jornada de otro jueves tenso, como hace una semana en el barrio de Once, donde hubo heridos por enfrentamientos en el mismo gremio durante una marcha.
Mañana, viernes 16, se realizará otra movilización que partirá a las 11 desde la terminal de trenes de Once hasta el Ministerio de Trabajo. Hay nerviosismo.
En los días previos a aquel jueves hubo mensajes de texto que advertían lo que podía llegar a ocurrir. Rumores para crear un clima pesado. Insultos, amenazas, prepotencia. El 8 de junio, a pocas horas del mediodía, en la Estación de Trenes de Once se materializó todo lo dicho en esas cadenas. Fue el escenario perfecto para una batalla entre supuestos barrabravas que cargaron contra varios choferes de colectivos que se dirigían hasta la sede céntrica de la Unión Tranviaria Automotor (UTA), para reclamar su disconformidad con la paritaria cerrada.
Pero la lucha siguió más allá de Plaza Miserere, detallaron testigos y protagonistas del hecho a DIARIO POPULAR (todos ellos pidieron no ser identificados por miedo a represalias). A metros de la entrada a la entidad, sobre la Avenida Belgrano, un colectivero fue rodeado y golpeado salvajemente. Lo dejaron tirado entre los autos que avanzaban. Terminó internado en estado de coma. Algunos de sus órganos están reventados.
Según los colectiveros de la empresa Bernardino Rivadavia S.A.T.A. (posee las líneas 63 y 113) y que ese día estuvieron en la marcha, “fueron barrabravas enviados por Roberto Fernández”, el titular del organismo que nuclea a los trabajadores del sector y que no atendió ninguno de los reiterados llamados de DIARIO POPULAR.
“El tipo citó a los delegados de todas las líneas ese mismo día para meternos miedo, cerrar cosas entre ellos, y contrató a sus matones”, agregaron los choferes de la compañía de transporte.
En las últimas paritarias, el gremio determinó con el ámbito empresario un acuerdo de aumento salarial del 21%, pero en cuotas de 8%. Esos números terminaron de generar una bronca que se suma a presuntos arreglos con las obras sociales y las ART cuando un chofer se enferma y debe faltar, como advierten los trabajadores: “Muchas veces te dicen que tomes una aspirina y nada más. Pagamos una obra social que no nos sirve. Nos están robando”.
En uno de los audios a los que tuvo acceso DIARIO POPULAR se escucha a un hombre, señalado como barrabrava, decir a otra persona mediante un mensaje de Whatsapp: “Guacho, todo tranquilo, todo tranquilo. Estoy acá en el gremio. Ya se terminó y ahora me voy. Tengo las manos todas hinchadas de tanto pegar. Salí escrachado en Crónica”.
En otro de los audios obtenidos por este medio, un hombre que se identifica como Ricardo Mansilla amenaza con volver a golpear a los colectiveros y delegados, además de preguntarse: “¿Dónde están los dirigentes, donde están los porongas, los que tranzan con los zurdos?”.
“Un par, después de las piñas, se fueron antes (…), pusimos el pecho nosotros allá en la UTA, eh”, recuerda, para luego advertir: “El viernes 16 van a volver de vuelta (SIC). Vamos a ver quién tiene sangre para venir, eh. Giles, son todos unos cobardes, manga de putos. El 16 van a volver los putos al sindicato y después del 16, cachetazo a todos los giles que hablan”.
El abogado defensor de los colectiveros y denunciante de Fernández, Gabriel Gusso, asegura que este último audio pertenece a un “barrabrava de Huracán y, a la vez, delegado de una línea de colectivos”. El letrado asevera que en la Estación de Once y en las inmediaciones a la UTA había “barrabravas de Nueva Chicago y de Argentinos Juniors”.
Puertas afuera existe el temor por los ladrones que realizan emboscadas y no tienen piedad con los choferes, pero hacia adentro, hay un clima enrarecido, turbio.