Las estufas a gas y eléctricas, de tiro balanceado, caloventores y equipos de aire acondicionado frío/calor son los principales aparatos eléctricos adquiridos para calentar el hogar ante la llegada del invierno, sin embargo, a la hora de elegirlos "priorizamos el costo por sobre la seguridad, y eso puede resultar en daños irreparables", advirtieron los técnicos especializados.
Es importante prestarle atención a la seguridad de los productos dado que podrían largar monóxido de carbono, una sustancia tóxica que no es detectable a través de los sentidos, porque no tiene olor, sabor ni color y puede provocar dolor de cabeza, náuseas, vómitos, desmayos e, incluso, la muerte.
"Controlar las instalaciones de los artefactos a gas y mantener los ambientes ventilados son las principales medidas para prevenir intoxicaciones por monóxido de carbono", señaló Metrogas en un comunicado.
"En la Argentina se reportan 40.000 casos de intoxicación por monóxido de carbono por año y mueren aproximadamente 200 personas por esta causa, totalmente evitables", señaló Juan Gabriel Muñoz, médico pediatra consultado por el área de prensa de Metrogas.
Por eso, para evitar cualquier tipo de accidente, "la mejor recomendación es hacer revisar periódicamente los artefactos por un gasista matriculado".
A su vez, "al comprar un artefacto, se debe verificar que este aprobado por un organismo oficial de certificación acreditado por el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), y debe tener adherida la oblea con el sol naciente que dice Gas", indicaron.
Otros consejos se basan en mantener los ambientes ventilados con las rejillas compensadoras, que deben estar libres de obstrucciones y colocadas en forma reglamentaria; controlar que la llama del quemador de los artefactos siempre sea de color azul y que su forma sea estable, ya que, si es amarilla, significa que se está produciendo monóxido de carbono, y no usar la cocina (ni hornallas ni horno) para calefaccionar. Y para baños y dormitorios recomendaron instalar artefactos de tiro balanceado.
Un relevamiento de la Asociación para la Promoción de la Seguridad Eléctrica (APSE) arrojó que, "en la Argentina se estima que cerca del 40% de los incendios tienen origen eléctrico".
De modo que, desde el Ente Regulador de Energía Eléctrica (ENRE) y las empresas concesionarias distribuidoras del servicio eléctrico diseñan campañas para informar a los usuarios un conjunto de medidas de seguridad que deben adoptarse para evitar accidentes:
"El IRAM es el organismo de normalización de la Argentina que, desde hace 88 años, elabora y publica normas que establecen las condiciones mínimas que debe reunir un producto, servicio o sistema de gestión para que sirva al uso al que está destinado", dijo, Pablo Paisan, gerente de División de Normalización de Eléctrica, Mecánica, Construcciones y Química de IRAM.
"Los usuarios no tienen la obligación de saber qué dice la norma de seguridad del calefactor. Es tarea de IRAM difundir y comunicar a través de los medios, y desde nuestros propios canales, la información relevante con el fin de contribuir a la toma de conciencia y para que adquieran equipos seguros. Lo ideal es que los usuarios, al comprar un producto, verifiquen que tenga el sello de certificación de seguridad eléctrica. Sin embargo, no es lo que sucede habitualmente, y el problema está en que se prioriza el menor costo (como una economía mal entendida) por sobre la seguridad, y esto puede resultar en daños irreparables", explicó.
Las normas IRAM son de carácter voluntario, y solo en los casos en que interviene el Estado, pueden convertirse en obligatorias. Un caso típico es cuando las normas son utilizadas como respaldo de políticas públicas.
Para el Estado, por ejemplo, es de política pública ahorrar energía y favorecer su uso eficiente, entonces se vale de las normas IRAM para evaluar el consumo de este tipo de artefactos.