Las mujeres de entre los 30 y 39 años de edad pertenecen al grupo de las más afectadas por hechos de violencia familiar, nueve de cada 10 de esa franja etaria tiene uno o más hijos y un cinco por ciento de ellas se encontraba embarazada cuando, durante 2015, efectuó la denuncia por la agresión.
Así lo reveló la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre 11.348 casos atendidos el año pasado. La OVD, a cargo de la jueza de la Corte Elena Highton precisó que las mujeres de 30 a 39 años integran el 28 por ciento de quienes efectuaron denuncias en la sede de Lavalle 1.260, de esta capital, en tanto que las que tenían entre 20 y 29, llegaron al 23 por ciento.
Los restantes grupos etarios arrojaron los siguientes porcentajes: de 40 a 49 años, diecisiete por ciento; de 50 a 59 y de 18 a 21 años siete por ciento; y de 60 a 74 y niñas de 15 a 17 años, uno por ciento.
La OVD consignó que en "relación a los varones, el grupo etario de 30 a 39 años representó el cuatro por ciento: 40 a 49, tres por ciento; de 22 a 19 años y de 50 a 59 años, dos por ciento y mayor de 60 a 74 años, uno por ciento.
El informe agregó que "más de la mitad de las afectadas tenía un vínculo de pareja con el agresor" y "un 22 por ciento convivía" con el denunciado, mientras que el 15 por ciento "eran los cónyuges" y un porcentaje igual de ex parejas.
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El mayor porcentaje de "tipo de violencia" -más de uno cada cuatro expedientes- fue "psicológica"; la "física" representó un quinto de los casos denunciados, y siguieron, de mayor a menor, la cantidad de "simbólica", "ambiental", "económica", "social" y "sexual". Un tercio de las denuncias implicaban un "riesgo medio", el 26 por ciento fue "alto", en un seis por ciento se consideró "altísimo", e inexistente en el dos por ciento de los casos.
Cuatro de cada diez denunciantes correspondieron a un nivel socioeconómico "medio-bajo", 29 por ciento a "medio", 15 por ciento a "bajo" y 5 por ciento a "carenciado", en tanto que el "medio alto" llegó al 11 por ciento de los casos.
El 70 por ciento de las denunciantes contaba con actividad laboral, una de cada 10 laboraba como ama de casa sin remuneración y una de cada tres manifestó recibir un plan social.
De acuerdo a la OVD la frecuencia de los episodios de violencia se dio de manera semanal en mayor porcentaje, en tanto que el maltrato se habría prolongado entre uno y 15 años y solo el tres por ciento dijo que había sido "la primera vez". Según lo expuesto por la mitad de las afectadas, concurrieron a la OVD por estar atravesando una "situación límite", experimentado "miedo", y consideraron que el principal desencadenante de la violencia estuvo asociado al consumo de alcohol y sustancias psicoactivas y a la celotipia del agresor.