La jirafa Shaki, que nació en el zoológico porteño hace 18 años y no pudo ser trasladada cuando se convirtió en Ecoparque, falleció producto de “una descompensación generalizada”, según informaron desde la institución, aunque se espera que le realicen estudios al cuerpo.
Es la segunda muerte en diez días en el Ecoparque, ya que hace poco más de una semana había muerto a raíz de una “infección generalizada” la rinoceronta Ruth, de 24 años, por lo que desde la ONG animalista SinZoo consideraron que estas situaciones “levantan la sospecha de negligencia e incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
Fuentes oficiales precisaron que, por la mañana, “el equipo de cuidadores percibió signos de cólicos en la jirafa, por lo que fue asistida inmediatamente por personal veterinario”, aunque lamentaron que “a pesar del tratamiento instaurado con inmediatez, la evolución fue desfavorable y falleció a causa de una descompensación generalizada”.
Tras el cierre del zoológico para su reconversión en Ecoparque, en agosto de 2017, Shaki, junto con las otras dos jirafas que viven allí -Buddy, su compañero, y Ciro, la cría de ambos-, esperaban a ser trasladados. Según especialistas, este tipo de animal puede vivir en cautiverio hasta 35 años, casi el doble de la edad que tenía Shaki.
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