Soldadores voluntarios trabajan a contrarreloj en la estructura del Sophie Siem

“Lo importante es no perder la fe y que los muchachos (por los submarinistas) vuelvan vivos a tierra”, coincidieron los trabajadores que se empeñan en terminar a tiempo pese a las malas condiciones climáticas

Fernando Mella reconoció a la agencia Télam que “ninguno de nosotros quisiéramos hacer lo que estamos haciendo, pero acá estamos porque nos sentimos solidarios con los submarinistas y sus familias”.

Lucas Candia aseveró con su cabeza la afirmación de Mella, y agregó que “toda la ciudad es solidaria. Todos estamos preocupados y hasta el último momento no perdemos la esperanza de que vuelvan con vida”.

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Diego Meneses, sin embargo, puso el manto de duda y si bien sabe que están “haciendo todo lo posible para que el Sophie Siem parta lo antes que se pueda, son muchos días ya los que pasaron”.

Los soldadores no exceden los 40 años y terminada su labor descansan a la vera del mar, sobre uno de los caminos internos del puerto.

Terminaron su turno pero permanecen en vigilia “por si algún compañero de este turno que entró se lastima o necesita un descanso”.

Los soldadores y armadores empiezan su jornada a las 4 de la mañana y están empeñados en que todo salga bien y el buque parta lo antes posible.

Tras saludar a los trabajadores, el vocero de la Armada de Estados Unidos, el capitán Héctor Alejandro, dijo a Télam que “el trabajo de ambos equipos está siendo muy bueno” .

“Es muy posible que el buque salga antes de lo previsto. Tal vez mañana mismo”, aseguraron.