En sus llamamientos al final del ángelus, donde recordó Sri Lanka y Libia, el Papa volvió a manifestar su cercanía con el pueblo ucraniano "diariamente atormentado por los brutales ataques que afecta a la gente común".
"Rezo por todas las familias, especialmente por las víctimas, los heridos, enfermos, ancianos y niños. Que Dios muestre el camino para poner fin a esta locura de guerra", agregó Francisco.
El secretario para las Relaciones con los Estados, el arzobispo Paul Richard Gallagher, no descartó que Francisco pueda viajar a Ucrania en agosto, dependiendo de cómo se encuentre a su regreso de Canadá, donde el Santo Padre estará la última semana de julio.
En una entrevista en la televisión pública italiana RAI, el "ministro de Exteriores" de la Santa Sede aseguró que Francisco "está muy convencido de que si pudiera hacer esta visita podría tener resultados positivos" y recordó que el Papa siempre ha demostrado "su disponibilidad a ir a Ucrania y a Moscú para reunirse con las autoridades rusas".