Según la policía española, el ciudadano colombiano, que llegó en un vuelo procedente de Bogotá "llamó la atención por su notable estado de nerviosismo y por el desproporcionado tamaño del peluquín que lucía".
Los agentes lo interceptaron y al examinarlo encontraron bajo el pelo postizo "un paquete precintado perfectamente adherido a su cabeza", que contenía 503 gramos de cocaína en polvo, de un valor superior a 34.000 dólares.
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