Miles de manifestantes marcharon por las calles de París para exigir ayudas para hacer frente a la inflación y presionar al presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien, además, está lidiando con las huelgas sindicales que reclaman un aumento de salarios.
La manifestación -organizada por el partido Francia Insumisa (LFI), encabezado por Jean-Luc Mélenchon, y tuvo el apoyo del resto de partidos de izquierda-, puso de de relieve el malestar que se respira en Francia. A la concentración fueron 140.000 manifestantes, según los organizadores, y 30.000 según las autoridades.
A pesar del amplio despliegue policial, se registraron algunos incidentes con destrozos y enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes más radicales. Además, hubo choques con la policía en el Boulevard Raspail, en el sur de París.