La justicia de Nueva York absolvió este jueves a dos hombres condenados por el asesinato en 1965 de Malcolm X, ícono de la causa en favor de los negros, en una reparación tardía de uno de los hechos más dolorosos de la historia de los afrodescendientes en Estados Unidos que aún presenta interrogantes.
La jueza del Tribunal Supremo de Nueva York Ellen Biben anuló la condena de Muhammad Aziz, alias Norman 3X Butler, que a sus 83 años estaba presente en la sala, y Khalil Islam, alias Thomas 15X Johnson, fallecido en 2009, tras una demanda presentada por el fiscal Cyrus Vance y la defensa.
"Pedimos disculpas por lo que fueron violaciones serias e inaceptables de la ley y la confianza en el sistema público", expresó Vance a las familias por lo que consideró una "injusticia".
Luego de 22 meses de investigación realizada por el fiscal, el equipo de abogados de los condenados y la organización The Innocence Project, que lucha contra los errores judiciales, Vance pidió en un documento de 42 páginas que se "anularan las sentencias condenatorias y se desestimara la acusación".
Pero quién disparó a Malcolm X el 21 de febrero de 1965, cuando subió a la tribuna de la Sala Audubon en Harlem, es uno de los interrogantes que aún persisten.
El tercer condenado, Mujahid Abdul Halim, alias Talmadge X Hayer, reconoció haber disparado contra el dirigente social y siempre defendió que Aziz e Islam no estaban implicados en el asesinato.
Hasta la anulación de este jueves de la sentencia, la tesis oficial, muy cuestionada, sostenía que hubo tres culpables, miembros del movimiento Nation of Islam (Nación del Islam), y condenados por la justicia estadounidense en 1966.
En el momento de su asesinato, Malcolm X, de 39 años, figura emblemática de la causa negra, había abandonado la Nación del Islam y abrazado un discurso más moderado.
Estaba siendo amenazado por miembros de su antiguo movimiento y su domicilio, en el barrio neoyorquino de Queens, había sido blanco de un atentado unos días antes.
El asesinato de Malcolm X sacudió a Estados Unidos y simbolizó las tensiones políticas y sociales del país en los años 1960, marcadas también por el magnicidio del presidente John Kennedy en 1963 y el de otra gran figura de la defensa de los derechos cívicos, Martin Luther King, en 1968.