Un cazador mató al elefante con los colmillos más grandes de Botsuana y fue duramente criticado. Esta práctica el legal en el país africano, donde sólo quedan 40 ejemplares.

Un cazador mató al elefante más grande de Botsuana y generó una enorme polémica en redes sociales, en la que se involucró también el expresidente de ese país africano.

El cazador Leon Kachelhoffer, asegura que, luego de pagar 50,000 dólares por participar en una cacería, logró matar al elefante con los colmillos más grandes en la frontera norte de Botsuana. Según relevamientos, ahora sólo quedan 40 elefantes con colmillos de “de cien libras” en ese país.

Este ejemplar tenía unos 50 años y fue muerto de un solo disparo, según confirmaron. Kachelhoffer publicó una historia en su perfil de Facebook describiendo su faena y apareció en el podcast “Blood Origins” para hablar sobre su verdad detrás de haber matado a un elefante.

En el podcast, Kachelhoffer dijo que no esperaba que surgiera una polémica al respecto y que tampoco repara en lo que ocurrió en las redes. “Estar en posición de cazar un elefante así, es un privilegio increíble”, declaró.

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El cazador con los colmillos del pobre elefante.

El cazador con los colmillos del pobre elefante.

El hecho fue criticado por el expresidente Ian Khama, que prohibió la caza de elefantes en Botsuana. Sin embargo, su sucesor Mokgweetsi Masisi reintrodujo la práctica en 2019.

Khama publicó en Facebook junto a una imagen del elefante asesinado: "Este era uno de los colmillos más grandes, si no el más grande, del país. Un elefante que los operadores turísticos intentaban mostrar constantemente a los turistas como una atracción icónica. Ahora está muerto. ¿Cómo beneficia su muerte a nuestra decadente industria turística? La incompetencia y la falta de liderazgo casi han acabado con la población de rinocerontes, ¡y ahora esto!"

Botsuana tiene todavía 130.000 elefantes, pero sólo una pequeña minoría son los mundialmente famosos “grandes colmillos”.

Uno de los argumentos que usa el actual gobierno de Botsuana para justificar la legalidad de la cacería es el impacto económico. En 2021, las cacerías de elefantes recaudaron 2,7 millones de dólares.

El elefante ya tenía una herida de bala, dijo Peake, lo que significa que ‘los cazadores furtivos lo tenían en la mira’. Y añadió: “Si lo hubiera matado un cazador furtivo no habría habido ningún beneficio para la comunidad local”.

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