La Gendarmería del Vaticano detuvo en la noche de este jueves de un disparo a un auto que quiso entrar sin permiso a la Santa Sede, según informó la oficina de Prensa del Vaticano.
Pasadas las 20 de Roma (las 15 en la Argentina), un coche llegó a la entrada de Santa Ana del Vaticano e independientemente de las indicaciones que le proporcionó la Guardia Suiza Pontificia, que le impedían ingresar al Estado sin las autorizaciones relativas, abandonó temporalmente la entrada y, después de haber maniobrado, regresó a gran velocidad, forzando los dos puestos de control de la Guardia Suiza y de la Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano, informó la Santa Sede con un mensaje de Telegram a medios acreditados.
"En un intento de detener el automóvil, el inspector de Gendarmería, que custodiaba la puerta, disparó un tiro de pistola en dirección a las llantas delanteras del vehículo", agregó la comunicación oficial, que aseveró que a pesar de haber golpeado el vehículo en el guardabarros delantero izquierdo, el automóvil continuó su carrera.
"Habiendo sido rápidamente transmitido por radio el código de alarma, la caseta de vigilancia cerró la Puerta de la Casa de la Moneda, que permite el acceso a la parte trasera de la Basílica de San Pedro, los jardines del Vaticano y la Plaza Santa Marta", profundizó el mensaje, en referencia a la zona en la que habita el Papa.
Mientras tanto, el automóvil llegó al patio de San Dámaso, y el conductor salió por su cuenta y fue bloqueado y detenido por el Cuerpo de Gendarmería.
De acuerdo con la información oficial, se trata de un hombre de unos 40 años, que fue sometido de inmediato a la visita de los médicos de la Dirección de Salud e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, quienes le encontraron un grave estado de alteración psicofísica.
"Actualmente la persona se encuentra en un calabozo en las nuevas instalaciones del Cuartel de Gendarmería, a disposición de la Autoridad Judicial", finalizó la nota.
El Vaticano anunció este jueves que retirará el sello conmemorativo de las Jornadas Mundiales de la Juventud que se celebrarán este verano en Lisboa y cuyo diseño generó polémica en Portugal por asemejarse a las imágenes que usaba la dictadura de Salazar para promocionar el colonialismo luso.
La Santa Sede ha justificado que el diseño, elaborado por el Servicio Filatélico del Vaticano, tenía como único objetivo promover el encuentro del Papa con los jóvenes sin ninguna referencia al pasado pero aceptó las críticas y prometió presentar una nueva imagen.
El sello, diseñado por el artista Stefano Morri y emitido por el Vaticano, muestra al papa Francisco seguido por unos jóvenes que portan una bandera de Portugal mientras se encuentran en una plataforma que emula la escultura "Monumento a los Descubrimientos", instalada en la capital lusa durante la dictadura impuesta por António de Oliveira Salazar.
El líder religioso y los niños sustituyen a las esculturas originales, que mostraban a Enrique el Navegante y a un grupo de marineros sobre la misma plataforma, que representa un barco.
"Al igual que en el monumento Enrique el Navegante guía a la tripulación al descubrimiento del nuevo mundo, en el sello el Papa Francisco guía a los jóvenes y a la Iglesia", explicó el portal oficial Vatican News.
En seguida aparecieron mensajes en redes sociales que comparaban el dibujo con los que divulgaba el Secretariado de Propaganda Nacional del "Estado Novo".
Incluso el obispo luso Carlos Moreira Azevedo, delegado del Comité Pontificio para las Ciencias Históricas, consideró que el diseño es de "pésimo mal gusto", según la prensa local.
La Jornada Mundial de la Juventud tendrá lugar del 1 al 6 de agosto y se celebrará en Lisboa y la vecina Loures con la presencia del papa Francisco, que también está previsto que visite el santuario de Fátima.
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