Tras la calma de los últimos días, en los que la colada principal ralentizó su avance hacia la costa, este viernes se intensificó el fenómeno explosivo, con aumento del alcance del material piroclástico e intensa emisión de ceniza.
La columna de gases de la erupción ya alcanza una altura de seis kilómetros sobre el nivel del mar y sus cenizas han obligado a Iberia, CanaryFly y Binter a suspender sus vuelos procedentes o con destino al aeropuerto de La Palma.
La Guardia Civil le aseguró a los vecinos que se les está evacuando por tres motivos: peligro de gases, peligro de que les alcancen cenizas y rocas de gran tamaño y miedo a que se abra el cono del volcán y haya un estallido potente o una colada en la parte baja de la ladera, donde están las casas.
El coordinador de la Unidad de Respuesta Geológica ante Emergencias (Urge) del Instituto Geológico y Minero (IGME), Raúl Pérez, cree que si la erupción del volcán de La Palma se prolonga semanas, "podría ser" que la lava no avance hasta el mar, pero si dura meses, es "difícil que no llegue".
Pérez asegura que mientras el volcán siga en erupción, "va a seguir empujando" lava, "aunque se mueva lentamente", y no descarta que se pudieran formar más lenguas por las que avance el magma.
Mientras tanto, los Bomberos de Tenerife han tenido que retirarse del barrio de Todoque, por el que avanza lentamente la lava, debido a una intensificación del fenómeno explosivo y el aumento de piroclastos y de ceniza que están cayendo en la zona.