Las integrantes de las Defensorías de Género de las distintas localidades de la zona noroeste del Conurbano exigieron a la justicia de San Martín la inmediata liberación de la mujer que fue brutalmente agredida por una patota de varones que la atacó por su condición sexual, y ella al defenderse hirió a uno de sus agresores, que luego falleció, por lo que permanece detenida.

Se trata del caso de Analía De Jesús, tal el nombre verdadero de la muchacha, que está presa desde octubre por defenderse como pudo para no resultar asesinada en un ataque perpetrado por una patota de 10 varones homofóbicos.

Tras ser burlada, golpeada y cuando querían partirle el cráneo con un adoquín, la joven le aplicó una puñalada a uno de los agresores, que posteriormente falleció. Desde ese momento, en el que fue hallada inconsciente por la paliza que había recibido, está confinada en un calabozo, mientras lo agresores se encuentran en libertad con toda impunidad.

Sucesión de ataques

"Vas a saber lo que es bueno", le decían los agresores a Higui mientras la golpeaban, el pasado 16 de octubre, en la localidad de Bella Vista, en un episodio que fue el último de una larguísima seguidilla de hechos de intolerancia homofóbica contra la joven por su condición sexual.

Previamente, la patota integrada por 10 jóvenes varones la había atacado con insultos, amenazas y golpes en varias ocasiones, y hasta habían intentado prender fuego su casa.

Por esta razón, de vivir con miedo, la chica había decidido el mencionado día visitar a un amigo pero guardando un cuchillo en su mochila, para así defenderse porque tenía claro que si cruzaba al grupo agresor resultaría nuevamente victimizada.

Cuando salió, efectivamente fue interceptada por el grupo homofóbico, que comenzó a insultarla y luego directamente a pegarle, simplemente por ser mujer y lesbiana. “La agredían por lesbiana cada vez que la cruzaban en el barrio. Una vez le incendiaron la casa. Por eso empezó a llevar un cuchillo casero para defenderse”, relató Carolina Abregú, del colectivo Defensorías del Género, y hermana de la sobreviviente de un ataque machista. “No la mataron porque un vecino se metió cuando le estaban por romper un adoquín en la cabeza”, explicó.

"Ella había perdido el conocimiento, cuando llegó el patrullero, se la llevó presa y la violentaron nuevamente. La metieron en el calabozo sin atención médica, a pesar de los golpes externos e internos: estaba toda morada y gritaba de dolor”, contó Abregú. Y sin escucharla jamás, estuvo encerrada en la Comisaría 2 de San Miguel durante varios días sin atención. Luego, fue trasladada al destacamento de mujeres en San Martín.

La causa es llevada adelante por la UFI 25 de Malvinas Argentinas. “Estamos exigiendo el cambio de la carátula, que es por homicidio. La fiscal no juntó las pruebas suficientes. Sólo se basa en el testimonio de cuatro testigos que son, precisamente, cuatro de los agresores”, relató Abregú.

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