Lucas es un adolescente de 14 años que tuvo una experiencia traumática el martes pasado cuando volvía a su casa desde la escuela, en la zona porteña del Congreso de la Nación, cuando dos sujetos lo interceptaron para robarle sus pertenencias. En pocos segundos le sacaron el teléfono celular, la mochila y las zapatillas.
Toda la secuencia ocurrió mientras la víctima era golpeada y apuntada en la cabeza con un arma de fuego. Se trata de una modalidad que viene en aumento, con alumnos que sufren unos 20 robos salvajes por semana, en los alrededores de escuelas de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano.
El hecho descripto fue relatado a DIARIO POPULAR por la familia del chico, y se registró al mediodía en la intersección de las calles Adolfo Alsina y Sarandí. "Le pegaron mucho. Le daban patadas en las piernas, y piñas en distintas partes del cuerpo. Entre los dos delincuentes. Y uno le puso un arma en la cabeza. Por suerte, no reaccionó mal, ni quiso impedir el robo. Por lo que sabemos, viene pasando mucho", dijo Marilina, madre del joven.
En relación a la problemática, la organización Defendamos Buenos Aires denunció que los chicos de los colegios de la zona de Montserrat, Belgrano, Núñez, Congreso, Palermo y Recoleta, y en zonas de Lomas de Zamora, San Martín, San Isidro, Olivos, Quilmes, La Matanza y Temperley sufren un promedio de cuatro robos por día, o veinte por semana.
"El cuadrado delimitado por Avenida del Libertador, Congreso, Tres de Febrero y Monroe en la zona de Belgrano y Nuñez, más los alrededores de la Plaza de los Dos Congresos, la zona de plaza Vicente López en Recoleta y la avenida Santa Fe a partir de las 18, son tierra de nadie. En especial a la altura de plaza Italia. Dada la cantidad de colegios públicos y privados que hay la zona, parecería que los ladrones esperan a los chicos que entran o salen de la escuela para robarles desde celulares a mochilas, en algunos casos con armas de fuego, cuchillos y con mucha violencia a un ritmo de veinte casos semanales, aunque si sumamos los aprietes sin violencia superan los 100 casos", dijo Javier Miglino, abogado y titular de la organización.
El próximo lunes, se anunció desde Defendamos Buenos Aires, conjuntamente con padres de varios de los establecimientos afectados, presentarán un petitorio a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. "Se requiere que aborden la seguridad de los chicos y que esos mismos alumnos de primario y secundario que van a la escuela en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense, puedan hacerlo tranquilos, sin temer que a cada paso acecha un ladrón para robarles, lastimarlos e incluso cosas peores", dijo Miglino.
En ese marco, el experto señaló que "en el centro de Lomas de Zamora, sobre las calles Meeks, Laprida, Gorriti y otras céntricas, como en la peatonal Belgrano en el partido de San Martín, en el casco histórico de San Isidro, en el centro de Quilmes o sobre la estación Temperley, ocurre exactamente lo mismo con escolares que van y vienen por la mañana y por la tarde y ante la ausencia total y absoluta de policías, los ladrones no tienen más que 'marcar' a sus víctimas para luego robarles y en pocos minutos quedar absolutamente impunes".
"Si bien muchos de los establecimientos en Capital Federal cuentan con seguridad privada en la puerta y en algunos casos en las esquinas, los robos se producen cuando los chicos abandonan el establecimiento rumbo a sus casas e incluso previo al ingreso, temprano por la mañana", dijo Miglino.
Vecinos de los alrededores del Congreso denunciaron que los robos violentos contra adolescentes también ocurren los fines de semana. Uno de los casos tuvo como víctimas a tres jóvenes, dos de 13 y el restante de 18 años, que regresaban del cumpleaños de una compañera de colegio en las inmediaciones de avenida Belgrano y Sarandí en el barrio de Balvanera, cuando un grupo les interrumpió el paso. Luego, amenazaron con lastimarlos colocándole un cuchillo en el cuello a una de las víctimas y en el abdomen a otra. Les exigían la entrega de sus teléfonos celulares.
Los familiares denunciaron que el hecho sucedió el domingo pasado, alrededor de las 7 de la mañana. Raquel, madre de una adolescente agredida, dijo que su hija le contó del robo el miércoles último, por vergüenza, pero también porque la mujer se encuentra sin trabajo a cargo exclusivo de la chica.
"Aún estoy endeudada con el pago del aparato celular. Por eso mi hija no me contó del hecho, pero la sentí muy afectada, triste, entonces le pregunté y me contó todo. Estamos pidiendo mayor presencia de personal policial, y la instalación y monitoreo de cámaras en la zona", dijo la mujer.