Luego de la detención del ex Comisario Mayor Francisco Centurión, la familia de Lautaro Morello solicitó a través de su abogado representante la exhumación del cuerpo que sería del joven asesinado y calcinado para que sea nuevamente sometido a pericias.
La presentación de la exhumación del cuerpo que sería de Lautaro Morello, la realizó el abogado de la familia, Guillermo Dieguez. Las fuentes de este caso señalan que la iniciativa se produce porque hay dudas y desde la desconfianza de la familia de que el cuerpo no sea de Lautaro se origina el pedido.
La orden fue emanada por el fiscal Daniel Ichazo, quien investiga la causa del crimen de Lautaro, de 18 años, y la desaparición de su amigo Lucas Escalante, de 26, ocurridos luego de que ambos salieran juntos el 9 de diciembre pasado en Florencio Varela.
Lucas fue visto por última vez el viernes 9 de diciembre en la localidad de Bosques, partido de Florencio Varela, cuando pasó a buscar a Lautaro (18) para salir a festejar el triunfo de la Selección Argentina ante Países Bajos por las semifinales del Mundial de Qatar a bordo de un auto BMW que al día siguiente apareció incendiado.
El cuerpo de Morello fue encontrado cerca de las 21.30 del jueves 15 a la vera de la autopista en construcción Buen Ayre, en Guernica, partido de Presidente Perón, recostado boca abajo, "semicalcinado y en avanzado estado de descomposición" y, según la autopsia, la muerte se produjo por "asfixia mecánica".
Si bien el cadáver fue reconocido mediante las huellas dactilares, en las últimas horas, el abogado que representa a la familia de Lautaro, Carlos Diéguez, pidió la exhumación del cadáver del joven para establecer mediante un ADN que se trate de él.
El fiscal Ichazo acompañará el pedido del abogado, por lo que es probable que en las próximas horas se realice la exhumación y la extracción de material genético para elaborar un patrón genético que luego sea comparado con el de sus padres, dijeron las fuentes judiciales.
El último destino en el que quedó acreditado que estuvieron los dos amigos, en base a la declaración de testigos y por el análisis de antenas de celular y cámaras de seguridad, fue la casaquinta del comisario mayor Centurión, en La Capilla.
Si bien el móvil del hecho aún no está esclarecido, una de las hipótesis que se investiga es que los dos principales imputados detenidos por el caso, Cristian y Maximiliano Centurión, le ofrecieron como anzuelo a las víctimas los vales de nafta gratuitos que tiene la policía bonaerense para abastecer los móviles de combustible.
De hecho, el fiscal Ichazo acusó a Francisco Centurión del delito de "sustracción de caudales públicos", ya que, según pudo establecer, "en su calidad de jefe del enlace Interpol de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, poseía a su cargo la administración de tarjetas de carga de combustible".
Según el fiscal, Centurión "sustrajo caudales públicos que se le confiara por su cargo y aprovechándose del mismo cambiaba el monto de dinero existente en la tarjeta de carga de combustible por vales de combustible, los cuales a su vez entregaba a su hijo Cristian, dándole de esta manera un uso distinto para el que estaba destinado que era la carga de combustible de los móviles que se encontraban a su cargo, perjudicando con su accionar el normal funcionamiento de los móviles oficiales asignados a esa dependencia".
En una cámara de una estación de servicio de Florencio Varela se ve a Cristian Centurión cerca de las 0.30 del 10 de diciembre cargando nafta en un bidón blanco que, se sospecha, pudo haber sido empleado para incinerar el auto de Lucas y el cadáver de Lautaro.
Según el dictamen donde pidió su detención, el fiscal Ichazo sostuvo que el comisario mayor Centurión "se suma al plan de su hijo y sobrino, manteniendo privado de su libertad a Lucas Escalante por al menos un lapso mayor a un mes" y presume que el joven aún buscado sufrió una "muerte violenta".