En las dos primeras jornadas, en las que brindaron su testimonio, tanto el sobreviviente
Joaquín Romero, como las madres y amigos de los asesinados
Franco Almirón y Mauricio Ramos, los relatos fueron coincidentes, en relación a como se desató el operativo policial en las inmediaciones del barrio De la Cárcova. Todas las declaraciones identificaron y por ende, complicaron, a los imputados, el ex oficial
Gustavo Rey (que prestaba servicios en la Policía Buenos Aires II) y el ex subinspector
Gustavo Vega (perteneciente a la comisaría 2da. de San Martín).
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Los acusados quedaron muy complicados, ya que todos dicen que estuvieron dando vuelta por la zona, antes de desatarse la represión, que
muchos califican como una cacería. Después que descarriló el tren carguero, los testigos indican que se armó un gran operativo, con muchos patrulleros y motos, en el que hubo gases lacrimógenos y balazos, que alcanzó a toda la gente que andaba por la zona, inclusive a las víctimas que se dirigían a juntar cartones al
CEAMSE", indicaron voceros judiciales.
El último viernes brindaron su testimonio,
María Elena Ramos y Elizabeth Belkis, las madres de "Pela" Ramos (17 años) y el "Gordo" Almirón (16), quienes recordaron los momentos en que fueron avisadas sobre que sus hijos habían sido heridos, aunque fallecieron luego tras ser asistidos en la sala de primeros auxilios "Luis Agote" de José León Suárez.