"Yo fui violada dentro de la base naval (de Mar del Plata), donde yo entraba ahí supuestamente para hacer tareas de limpieza, lo cual quedó constatado por sus testigos", agregó. "A la noche, él me llevaba de las 12 de la noche hasta las 3, que ahí me veían los que estaban de guardia, me veían pasar y se ve que era algo normal", contó, con la voz quebrada.
Rocío amplió que cuando su mamá y su hermano no estaban, era violada, y cuando sí estaban, era agredida constantemente.
"Yo tuve dos intentos de suicidio. La primera vez que lo intenté, para que dijera por qué lo había hecho, me ató a una silla y me quemó con una cuchara caliente", expresó.
"Te perdono todo, pero dejame ser libre", escribió Rocío en la última carta que le envió a su padre.
Fue la última porque su madre la encontró y pudo comprender los cambios de comportamiento, las malas notas en la escuela y las marcas en el cuerpo de su hija de los últimos tres años.
"Ya sé la verdad, ya sé lo que hace tu papá con vos", le dijo la madre. Juntas fueron a la Comisaría de la Mujer de Mar del Plata y realizaron la denuncia. Los psicólogos avalaron todo lo dicho por Rocío.