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La Justicia autorizó al sacerdote Manuel Pascual a vivir en la congregación donde habría abusado sexualmente de monjas. Fue condenado a 12 años de prisión.
La Justicia autorizó al sacerdote Manuel Pascual, condenado en diciembre pasado a 12 años de prisión por abuso sexual de monjas, a vivir en un campo de Capitán Sarmiento donde él realizaba retiros espirituales y según la sentencia cometió algunos de los aberrantes hechos.
El religioso, quien está en libertad y a la espera que el fallo quede firme para quedar detenido, pidió la autorización al Tribunal Oral Criminal 3 porque dijo que atravesaba un período de depresión por la difusión mediática de su caso.
El cura podrá vivir en "La Ermita", el campo de su propiedad ubicado en la provincia de Buenos Aires y donde según la Justicia se cometieron algunos de los hechos cuando él les pedía acompañarlo en esa suerte de retiros espirituales que realizaba.
El sacerdote, quien está suspendido de sus funciones aunque sigue con la condición de religioso, fue condenado por el abuso sexual de dos monjas y en un proceso canónico en su contra pesan 13 denuncias de monjas.
Los hechos
Los supuesto abusos habrían ocurrido entre 2012 y 2016 y tuvo como víctimas a dos religiosas en la congregación Hermanas de San José, en el barrio de Núñez.
En el veredicto, y según informó el Ministerio Público Fiscal de la Nación, los jueces consideraron a Pascual autor de los delitos de "abuso sexual gravemente ultrajante y con acceso carnal perpetrado de manera continuada" entre los años 2012 y 2016 y "abuso sexual gravemente ultrajante perpetrado de manera continuada" entre los años 2014 a 2016".
En ambos casos, se trata de abusos agravados por haber sido ejecutados por un ministro de un culto reconocido; y ambas víctimas fueron querellantes en la causa.
El fiscal Andrés Madrea consideró probado que el sacerdote, desde su rol de confesor y guía espiritual, se aprovechó de las distintas vulnerabilidades de las personas bajo su dirección y formación, para someterlas a diversas formas de violencia sexual.
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Además, se pudo determinar que los abusos sexuales se extendieron a lo largo del tiempo, y ocurrían durante charlas formativas, espirituales y confesionales, e incluso en medio de distintos sacramentos.
Los hechos habrían ocurrido entre 2014 y 2016 en uno de los casos, y entre 2012 y 2016 en el otro, dentro de la comunidad de las Hermanas de San José, ubicada en la calle Ernesto Bavio al 2800.
Las mujeres también denunciaron situaciones de violencia sexual ocurridas en un lugar denominado "La Ermita", un campo en la localidad de Capitán Sarmiento donde se realizaban retiros espirituales y misas oficiados por el imputado.
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