Lo establecido hasta el momento es que Fernando Pérez Algaba se reunió entre las 17.30 y 18 del martes 18 de julio con dos exsocios y examigos en una campo de la zona de General Rodríguez, sitio donde además su teléfono celular registra su último movimiento a esa hora.
Quienes asistieron a su encuentro fueron su examigo Nahuel Vargas y Maximiliano Pilepich, un hombre vinculado al rubro de la construcción que le había prestado la camioneta Range Rover blanca que la víctima utilizó para movilizarse los últimos días.
Fue precisamente Pilepich quien el pasado viernes, casi una semana después del hallazgo de los restos de "Lechuga", entregó el rodado a la DDI de Lomas de Zamora, que levantó algunos rastros de su interior para ser analizados.
Esos dos hombres, al declarar días atrás como testigos ante el fiscal Domínguez, admitieron haberse encontrado con Pérez Algaba para terminar de saldar una deuda de 150 mil dólares que habían contraído con él.
Según sus dichos, revelados por los pesquisas, "Lechuga" concurrió con su perro a bordo de la camioneta hasta General Rodríguez, donde se encontró con Vargas y con Pilepich, que lo aguardaban en otro auto.
Allí, Pérez Algaba habría recibido 60 mil dólares de esa deuda -los otros 90 mil ya se los habían pagado en una escribanía de Castelar- y, tras ello, le devolvió la camioneta a Pilepich, que se retiró con Vargas del lugar, uno en cada vehículo.
En tanto, el empresario permaneció en el lugar esperando que alguien lo pasara a buscar, según dijeron los otros dos hombres.
Para los investigadores, lo que pasó luego es el gran enigma del relato de Vargas y de Pilepich, quienes en febrero pasado habían denunciado a "Lechuga" por amenazas.
Ese fue la última vez que Pérez Algaba fue visto con vida y que su teléfono celular se activó, añadieron los voceros, quienes no obstante aclararon que aún resta llevar adelante diversas diligencias y que no cuentan con evidencia suficiente que permita concretar nuevas detenciones en la causa, más allá de la de la mujer trans apresada por ser la dueña de la valija en la que fue hallado el cuerpo descuartizado del empresario.
La novia de Fernando Pérez Algaba, el empresario hallado asesinado dentro de una valija arrojada a un arroyo de la localidad bonaerense de Ingeniero Budge, declaró como testigo y aportó su teléfono celular, del que los investigadores procuraban ahora obtener información sobre los últimos movimientos de la víctima, informaron fuentes judiciales.
La mujer fue convocada para declarar ayer ante los investigadores en la Delegación Departamental de Investigadores de Lomas de Zamora, encargados de recolectar la evidencia que se suma a diario a la causa por el homicidio de "Lechuga" Pérez Algaba (41) que lleva adelante el titular de la Unidad Funcional de Instrucción 3 de ese distrito, Marcelo Domínguez,
A pedido de los pesquisas, la pareja de la víctima entregó su teléfono celular, que es ahora sometido a peritajes con el fin de extraer información relacionada con el empresario, dijeron las fuentes.
Los voceros dijeron que la novia de "Lechuga", con quien no convivía, es hija de un hombre que está detenido en el marco de una causa por narcotráfico que tramita en el juzgado federal 2 de Morón, a cargo del juez Jorge Rodríguez, en la que Pérez Algaba aparece mencionado en varias oportunidades, aunque nunca estuvo imputado.