Una joven, de 25 años, fue estrangulada y golpeada por su
concubino hasta ocasionarle la muerte, en el marco de una presunta discusión y
el femicidio recién pudo ser descubierto este jueves, cinco días más tarde de ocurrido,
cuando el dueño del depósito se presentó en el lugar, que había quedado a
cuidado de la pareja y el hombre le confesó el crimen.
De inmediato, el hecho fue denunciado a la Policía, que detuvo al asesino, de 32 años y de nacionalidad paraguaya -al igual que la víctima-, quien "convivió" desde el domingo pasado con el cuerpo de la mujer y se presume que no supo como deshacerse del cadáver. No obstante, ante el olor nauseabundo, no dudó en comentarle a su patrón que no se hiciera problemas por lo sucedido, al decirle "yo limpió todo y la tiro".
Según señalaron los investigadores del caso a DIARIO
POPULAR, el femicidio se habría cometido el último domingo en el interior de un
depósito de la calle Estrada 2340 de la localidad de Sarandí, cuando el sujeto
agredió en forma brutal a Roxana Mabel Chaparro Barbosa, durante una supuesta
pelea por motivos que se desconocen.
La pareja de paraguayos habían quedado
viviendo en el lugar, que estaba vacío, hasta que se produjera la mudanza y
luego, se presume que se convertirían en los caseros del lugar. De acuerdo a los
datos preliminares, recogidos por los peritos de la Policía Científica, el
hombre habría aplicado varios golpes de puño en el rostro y en el pecho de la
víctima, para después estrangularla, hasta provocarle su muerte por asfixia
mecánica. Anoche, el cadáver fue retirado del lugar y trasladado hasta la Morgue
Judicial de Lomas de Zamora, para ser sometido a la autopsia, que determinará el
motivo del deceso.
En medio de la conmoción del vecindario, el hecho quedó al
descubierto el jueves, cuando el dueño del depósito, junto a otros empleados,
arribaron para iniciar los preparativos para la mudanza. Fue allí cuando al
abrir el alto portón de color marrón, el casero los recibió como sí nada hubiese
pasado, aunque de inmediato, percibieron un olor penetrante y lo consultaron
sobre sí había notado la presencia de un animal muerto.
Ante la sorpresa de los presentes, el homicida confesó que había matado a su pareja, pero que él se encargaría de "normalizar" la situación, "limpiando todo" y supuestamente, "tirando" el cuerpo de Chaparro Barbosa. Entonces, optaron por dejarlo encerrado y denunciar a la policía lo ocurrido. En minutos, efectivos de la comisaría 1era. de Avellaneda lo detuvieron, sin que opusiera resistencia, y luego, los investigadores se encargaron del resto, aunque el caso "quedó prácticamente esclarecido".