San Francisco Solano: queman a un abuelo en brutal asalto

El aberrante episodio tuvo lugar en la calle 835 entre 892 y 893, durante las primeras horas de este viernes, cuando el jubilado fue despertado por los malvivientes a punta de pistola.

Estos, que iban encapuchados, lo amenazaron de muerte y comenzaron a golpearlo y apurarlo para que entregue sus ahorros y artículos más preciados.

Como se negó en un principio y aseguró que no les iba a dar nada, se pusieron aún más agresivos y lo llevaron al comedor, donde lo sentaron a una silla para seguir hostigándolo.

Allí lo ataron, lo amordazaron y le empezaron a pegar entre todos, mientras seguían revolviendo cada rincón de su hogar para encontrar dinero y joyas.

Le tiraron las mesas de luz, vaciaron los roperos, corrieron las mesas y se fijaron en todas las repisas, pero nada había a la vista que pudiera representar de un valor significativo.

En consecuencia, agarraron la plancha, la encendieron y lo quemaron en varias partes de su cuerpo a modo de tortura, para que finalmente diga donde había algo de efectivo. Producto de las quemaduras, le quedaron varias heridas superficiales, pero está fuera de peligro.

Según explicaron los investigadores, los ladrones se metieron por un pequeño ventiluz que no estaba enrejado y que daba a un costado del domicilio.

Luego, tras el robo, que duró al menos dos horas, se dieron a la fuga y aún no fueron encontrados a pesar de la intensa búsqueda. Una vez que se marcharon, alertaron al 911 y oficiales de la Comisaría 4ta. de Solano realizaron las pericias correspondientes.

Además, llegó una ambulancia del SAME, que lo trasladó al centro hospitalario correspondiente, para que atendieran su estado de salud, ya que los delincuentes, además de golpeado y quemado, lo dejaron en muy mal estado.

Lo dejaron atado

Cuando consumaron el robo y tomaron los electrodomésticos, objetos de valor y algunos dólares, no lo desataron de la silla en la cual estaba en el comedor y tuvo que pedir auxilio a los gritos, hasta que los vecinos se dieron cuenta de que los necesitaba.

La víctima se llama Juan Picar y tiene 83 años. Jubilado, es de nacionalidad italiana y vivió toda la vida en el mismo lugar.

Al momento en el que ingresaron en la madrugada, no se encontraba acompañado, ya que vive solo y, pese a haber quedado internado, siguió aportando los datos necesarios a los investigadores para que logren dar con la ubicación de los responsables.