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Ariel Charruartte (34) intentó recuperar la moto robada de un vecino en la localidad de Ituzaingó pero fue asesinado por los delincuentes.
El mecánico de 34 años, Ariel Charrutte, fue asesinado por dos motochorros cuando quiso ayudar a un vecino a recuperar la moto que le acababan de robar en la ciudad bonaerense de Ituzaingó.
La autopsia confirmó que el mecánico recibió un único disparo a la altura del ojo izquierdo, el cual fue suficiente para acabar con su vida. Mientras tanto, los delincuentes y asesinos permanecen prófugos de la justicia.
El crimen de Charrutte
El martes, poco después de las 21, Charrutte se encontraba en su taller mecánico junto a su socio cuando ambos fueron testigos de cómo dos delincuentes armados le robaban la moto a un kiosquero de la cuadra. Al no poder hacerla arrancar, se habían ido con el rodado caminando.
Inmediatamente, el mecánico y su socio se subieron a una moto y salieron a perseguir a los ladrones con la intención de recuperar el vehículo robado. Cuando los asaltantes advirtieron esta situación, dejaron la moto tirada y se escondieron atrás de un árbol para comenzar a dispararles.
Charrutte recibió un balazo en la cabeza, a la altura del ojo izquierdo, el cual le provocó la muerte en el lugar. Ariel tenía 34 años, estaba casado y era padre de tres hijos.
Los delincuentes, en tanto, escaparon con la moto Corven Triax de Charrutte, que luego abandonaron a cinco cuadras, junto a dos camperas.
Las pericias al cuerpo determinaron que Charrutte recibió un único balazo a la altura del ojo izquierdo disparado con un arma calibre 380, de acuerdo a los resultados preliminares de la autopsia, informaron las fuentes judiciales.
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La autopsia de Charrutte
Los voceros detallaron que Charrutte presentaba un "orificio redondeado con halo de contusión interciliar compatible con orificio de entrada de proyectil de arma de fuego, incautándose el elemento productor alojado en cuero cabelludo el cual resulta ser proyectil calibre .380 apto para futuro cotejo".
La muerte, agrega la autopsia, fue a raíz de un "sangrado intracraneal producido por herida de proyectil de arma de fuego en cráneo".
Tras la pericia, el cuerpo de Ariel fue entregado a sus familiares, quienes lo velaron en la casa velatoria Reviello, situada en avenida Eva Perón y González Barboza, frente al cementerio municipal de Morón, donde a las 12 se llevó a cabo la inhumación.
Según las fuentes con acceso a la causa, la titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 descentralizada de Ituzaingó, María Laura Cristini, trabaja junto con la policía de Morón, Ituzaingó y Merlo en la búsqueda de los homicidas en base a cotejo de huellas dactilares y el análisis de las imágenes de cámaras de seguridad que registraron distintas secuencias del hecho.