Una joven de 29 años fue secuestrada por delincuentes cuando llegaba a la casa de su madre en el barrio porteño de Caballito y liberada siete horas después en la localidad bonaerense de San Justo tras el pago de un rescate de unos 200 mil pesos, entre pesos y dólares.
El hecho comenzó cerca de las 23 del miércoles cuando la joven estacionaba su Volskwagen Bora en la puerta de la casa de su madre en la calle José Terry al 300, en Caballito, y fue sorprendida por al menos tres delincuentes, dos de los cuales se movilizaban en una moto.
Según las fuentes policiales, la mujer fue amenazada con armas y obligada a sentarse en el asiento trasero de su propio auto, y los tres delincuentes se la llevaron cautiva.
Pocos minutos después, la madre de la chica secuestrada recibió un primer llamado extorsivo en el que un hombre le decía que la tenían cautiva. 'Tenemos a tu hija, queremos un millón de pesos', le dijo el secuestrador a la mujer, tras lo cual cortó la comunicación.
Las negociaciones se extendieron durante varias horas hasta que la madre de la joven secuestrada acordó con los captores un pago de unos 200 mil pesos, entre billetes argentinos y dólares.
El pago se concretó cerca de las 5.30 de la madrugada de ayer en una esquina del barrio porteño de Boedo, y la mujer entregó en mano el dinero a uno de los secuestradores que se movilizaba en moto.
LEA MÁS:
Fuentes de la investigación aseguraron que el pago del rescate fue monitoreado por personal de la División Antisecuestros de la Policía Federal, que ya estaba trabajando en el caso desde el momento de la denuncia.
Sin embargo, la liberación de la víctima se concretó recién cerca de las 7 de la mañana en la localidad bonaerense de San Justo. Fuentes policiales aseguraron que la chica caminó hasta una remisería desde la cual llamó a sus familiares y contó que estaba sana y salva.
Los investigadores aseguraron que la víctima se encontraba durante la jornada de ayer asistida por un equipo de psicólogos de la policía, ya que se hallaba bajo un fuerte estado de shock.
"La pasó realmente mal. Fue muy presionada por los raptores. Maltratada durante todo el tiempo que se extendió el cautiverio. Afortunadamente está sana y salva. Hay mucha información para la investigación, con el objetivo de dar con sta organización criminal", dijo una fuente.
El caso es investigado por personal de la División Antisecuestros de la Policía Federal, que trabaja bajo las órdenes del fiscal federal porteño Carlos Rívolo.