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La víctima es una bailarina brasileña que había llegado a la Argentina hace tres días, junto a su hermana, quien sobrevivió y declaró en la fiscalía. Le estallaron dos cápsulas de cocaína de las 80 que llevaba en el cuerpo, se descompensó y la descartaron en la calle, en Villa Devoto.
Su cuerpo no toleró la ingesta de cápsulas rellenas de droga con las que se ganaba la vida. Dos de esas 80 bombas de tiempo que llevaba reventaron y le produjeron la muerte. El hombre que la llevaba en el auto, de acuerdo al relato de los testigos un Peugeot 206 o 207 de color rojo, no lo dudó: descartó su cuerpo en plena calle, en el barrio porteño de Villa Devoto.
El relato de su hermana fue la primera llave para la reconstrucción del hecho. Ella, de 18 años, sobrevivió: la dejaron en la puerta de un hospital y apareció en Ramos Mejía, en estado de shock. Ella no llevaba droga en su cuerpo. En la mañana del lunes declaraba ante la fiscal del caso, Analía Córdoba.
Su hermana, de 19, era una mula del narcotráfico. Juntas habían llegado a la Argentina hace tres días provenientes desde Brasil, un dato que sorprendió a los investigadores. También se busca determinar por qué el cuerpo de la víctima no fue -como suele ocurrir en estos casos- diseccionado para recuperar el cargamento de estupefacientes que transportaba. Directamente la arrojaron a la vía pública.
Fue a las 20:15 cuando un vecino alertó al 911 sobre la presencia de un cadáver en la calle Rodrigo de Ibarrola al 3300, entre Cantilo y Navarro, a pocas cuadras de la avenida General Paz. Hasta allí acudió la Policía y personal del SAME que rápidamente dio cuenta de que el cuerpo no presentaba signos de violencia ni de haber sido abusado sexualmente.
El lugar donde abandonaron a la joven:
Como la víctima no llevaba documentación, la primera pista para averiguar su identidad fue un tatuaje en portugués. "De entre 18 y 20 años, delgada, trigueña, cabello largo negro, vestida con mini short de jeans, remera blanca y negra y campera negra". Esa fue la primera descripción de Miriam.
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Según contó su hermana Mariana, la víctima se llamaba Miriam Natiele Alencar. Habían llegado al país hace cuatro días y de acuerdo con lo que informó la mujer, la joven iba a trabajar como “mula”. También dijo que estuvo en el auto junto a su hermana en el momento en el que la dejaron en la vía pública, aunque ella pensó que se trataba de un hospital.
Tras el hallazgo del cuerpo y la declaración de la hermana de la joven fallecida, la fiscal Analía Córdoba que quedó a cargo de la causa, ordenó allanar este lunes por la tarde una vivienda en el barrio de Lomas del Millón, en el partido de La Matanza, y los efectivos que participaron del operativo lograron detener a dos personas.