Luego de conocerse la noticia del sangriento crimen de un matrimonio de jubilados ocurrido en una vivienda del barrio porteño de Flores, los investigadores están tras la pista de la hija, que es hipoacúsica, y de su pareja.
En un primer momento, las sospechas giraron en torno a un pacto suicida del matrimonio, aunque tampoco descartaron la posibilidad de un crimen cometido por un tercero. Si bien no se hallaron faltantes en el domicilio, el importante desorden encontrado en la casa abonaría la segunda hipótesis.
Sin embargo, con el correr de las horas, la investigación tuvo un giro inesperado cuando se conocieron imágenes de una cámara de seguridad en la zona que mostraba a dos mujeres retirándose del lugar el domingo con mochilas en sus espaldas, en un horario que coincidiría con la data de muerte del matrimonio, según los primeros informes de los médicos forenses.
A última hora del lunes, la hija del matrimonio, de unos 30 años, declaró en la fiscalía junto con su pareja, una mujer diez años mayor. La mujer se había casado con su novia hace un mes y los padres no estaban de acuerdo con esa relación, según trascendió.
Personal de la Policía científica trabajó este lunes en la vivienda en la búsqueda de rastros que ayuden a esclarecer el crimen.
El caso comenzó a ser investigado por la Fiscalía en lo Criminal y Correccional 30, que es subrogada por el fiscal Pablo Recchini, con la intervención de efectivos de la comisaría 50 y la División Homicidios de la Ciudad.
Los integrantes del matrimonio fueron encontrados muertos, asesinados de 15 puñaladas la mujer y 17 el hombre.