Policiales |
Es el caso de Daniela Ameri, quien fue violada por varios hombres cuando había ido a comprar una cerveza. El médico declaró que hubo “lesiones compatibles” con un ataque sexual. Pruebas de ADN apuntan a tres hombres.
Daniela Ameri estuvo desaparecida, pudo volver a su casa después de ser abusada por un grupo de violadores y ahora, tras más de un año de dolor e incertidumbre, espera que la Justicia la ayude. Pese a las irregularidades que marcaron la causa en un principio, el proceso empieza a avanzar y en los próximos días se le tomará declaración indagatoria a los tres imputados: Omar Alberto Rodríguez, Ricardo Velozo y Alejandro Santamaría, cuyos rastros de ADN estaban sobre la ropa de ella.
El hecho ocurrió entre la noche del 5 de abril y la madrugada del 6 de 2017, cuando la joven, de 32 años en ese entonces, salió a comprar cerveza a un kiosco ubicado cerca de su casa del distrito bonaerense de Berazategui. Una vez allí, pidió pasar al baño y cuando salió le ofrecieron sentarse a tomar algo. Ella accedió y al beber un trago se sintió mareada. Ese fue el momento en el que se la llevaron a otra casa y la violaron, hasta que recobró el conocimiento y pidió que la dejen irse con su hijo, tras lo cual la llevaron en moto hasta la esquina de su hogar.
Hoy, más de un año y un mes más tarde, Edwin Dennis Tejeira Valenzuela, el médico que examinó a Daniela y no le practicó un análisis de sangre, ya declaró ante el titular de la Fiscalía de Instrucción Descentralizada 1 de Berazategui, Ernesto Daniel Ichazo, que “el tipo de lesiones que padecía la víctima son compatibles con abuso sexual”, según consta en su declaración testimonial.
LEA MÁS:
El profesional de la salud detalló que “en una relación sexual consentida es poco probable que quede un edema en la vagina y es infrecuente que suceda a nivel anal”, mientras que, sobre el enrojecimiento que presentaba la víctima en sus ojos explicó: “La inyección conjuntival (enrojecimiento de ojos) puede ser ocasionada por varios factores, entre ellos falta de sueño, ingesta de alcohol, irritación ocular o ingesta de psicotrópicos”.
Esto último es lo que se sospecha que utilizaron para dormir a Daniela, pero Tejeira Valenzuela no sacó una muestra de sangre, sino que utilizó el Test de Roemberg. “Es una prueba médica que se realiza sin extracción sanguínea en cuanto a la estabilidad y equilibrio. En este caso, dio compatible con ingesta de alcohol”, explicó el médico, algo que no sorprende, puesto que Daniela estaba tomando cerveza junto a su pareja antes de ir a comprar más.
“Las pruebas que le hicieron a ella mostraron que había en su ropa interior, medias y hasta una campera resultados de ADN compatibles con Rodríguez, Veloso y Santamaría. Ahora van a ir a indagatoria y después se definirá el procesamiento”, explicó la abogada defensora de Ameri, Nvard Nazaryan.
Al menos uno de los imputados en la causa por “abuso sexual” es, según contó la propia víctima, un chofer de la línea de colectivos 98. Desde un principio, Daniela había contado que sospechaba de un grupo de colectiveros, ya que el kiosco al que había ido a comprar queda cerca de la terminal de ómnibus de esa línea, perteneciente a la empresa Expreso Quilmes, por lo que suelen ir los conductores en sus momentos de descanso.
Subió a un colectivo de la 98 y reconoció a un abusador
En diálogo con este medio, Daniela Ameri contó que vivió un año repleto de “dolor e incertidumbre”, mientras que las autoridades no le proporcionaron ni siquiera un botón antipánico.
“Los tipos que me violaron hicieron su vida como si nada. Para colmo, vivo a pocas cuadras de la terminal del 98, de donde son choferes las personas que me violaron. Una vez me subí y reconocí a uno. Me dio un ataque de pánico y tuve que bajar”, expresó.
Por todo esto, aclaró: “Todavía tengo miedo y encima en las redes sociales me dicen de todo y sé que son ellos desde cuentas truchas”.
Aparecen en esta nota:
las más leídas
