Una mujer fue intoxicada con burundanga en un local de ropa en pleno Centro

La mujer, que no quiso dar a conocer su nombre por cuestiones de seguridad, relata que a los cinco minutos, “me puse en la fila de la caja y se me empezaron a aflojar las piernas, estaba a punto de caerme al piso, me empezó un cosquilleo en las manos y en la boca, y enseguida pensé que me había dado algo”.

Con la poca fuerza que tenía, logró acercarse al personal del local y pedir ayuda. “Las chicas me llevaron abajo, miraron la filmación y se ve cuando el tipo me da a oler, luego se esconde detrás de una columna y se queda mirándome, hasta que yo empecé a pedir auxilio. Dejó toda la ropa que tenía y se fue con otras dos mujeres que estaban con él”, explica.

La mujer fue socorrida por fuerzas de seguridad y trasladada en ambulancia hasta la Clínica Zabala, donde permaneció en observación con suero. “Por suerte en sangre no tengo nada, de todas maneras la burundanga no se puede detectar, pero me hicieron pruebas de otras drogas para descartar”.

Este relato se suma a una serie de denuncias de ataques muy similares con esta sustancia conocida como burundanga, donde un desconocido se acerca a una persona en un lugar público y la roza con un papel o la hace oler su olor y la víctima queda en un estado de semi inconsciencia.

La Escopolamina, nombre científico de la burundanga, es una droga que anula la voluntad de la víctima, ya que produce un cuadro sintomático que puede ser aprovechado por los delincuentes, como mareos, presión cardíaca, sensación de ahogo y desorientación.

Según un relevamiento de las autoridades policiales de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano, actualmente se registran tres casos por jornada en el ámbito metropolitano.

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