
El Boeing 777 de China Eastern Airlines aterrizó por primera vez en Ezeiza tras un viaje de más de 25 horas desde Shanghái. La conexión, con dos frecuencias semanales y escala técnica en Auckland, marca un hito para el turismo, el comercio y la relación bilateral.
Argentina sumó un acontecimiento histórico para su conectividad internacional: el primer vuelo directo que une al país con China comenzó a operar oficialmente tras el arribo del Boeing 777 de China Eastern Airlines al Aeropuerto Internacional de Ezeiza. El vuelo MU745, proveniente de Pekín, completó un recorrido de casi 20.000 kilómetros y más de 25 horas de duración, estableciendo la ruta comercial más larga actualmente en operación.
La aeronave despegó del Aeropuerto de Pudong e hizo una escala técnica en Auckland, Nueva Zelanda, antes de continuar rumbo a Buenos Aires, donde aterrizó a las 16.45 con 282 pasajeros. A partir de ahora, la ruta operará con dos frecuencias semanales: los lunes y jueves desde Shanghái y los martes y viernes desde Ezeiza, también con escala en Auckland para recarga de combustible. En sentido inverso, el viaje tomará unas 29 horas.
El vuelo inaugural llegó con un diseño especial del fuselaje, realizado junto al Museo Nacional de China, y fue recibido en pista con el tradicional arco de agua. La comitiva que dio la bienvenida incluyó al secretario de Turismo, Deportes y Ambiente, Daniel Scioli; al embajador chino en Argentina, Wang Wei; a la embajadora de Nueva Zelanda, Kathryn Beckett; al CEO de Aeropuertos Argentina, Daniel Ketchibachian; al presidente de China Eastern Airlines, Gao Fei; y al alcalde de Auckland, Wayne Brown, entre otras autoridades.
Durante el acto, el embajador Wang subrayó que el vuelo “no solo mejora la conectividad, sino que representa un puente y un reflejo vívido de una amistad que puede borrar la distancia entre Argentina, Nueva Zelanda y China”. Agregó que la iniciativa constituye “una oportunidad para demostrar que somos una comunidad internacional que, mediante estas tecnologías, puede acercar culturas y construir un futuro compartido”.
Gao Fei, presidente de China Eastern, celebró que la ruta “abre un corredor aéreo que fortalecerá los intercambios amistosos y mejorará el bienestar de los ciudadanos de ambos países”. También destacó el potencial turístico y cultural del nuevo enlace: “Cada vez más chinos elegirán Buenos Aires para experimentar su encanto romántico y su espléndida cultura, y en China daremos una cálida bienvenida a los argentinos que deseen descubrir nuestro singular encanto oriental”.
El embajador argentino en China, Marcelo Suárez Salvia, viajó en el primer vuelo y valoró su impacto para las comunidades migrantes y el comercio bilateral. “Va a facilitar mucho la conectividad, sobre todo para la cantidad de chinos que viven en la Argentina y tienen familiares en su país. También potenciará el turismo y permitirá que este avión vuelva a China con la bodega llena de productos argentinos”.
Para Aeropuertos Argentina, la operación implicó meses de trabajo coordinado. Se adecuaron áreas operativas y se realizaron capacitaciones orientadas a comprender y atender las costumbres del turismo chino. El objetivo: que los visitantes se sientan bienvenidos y seguros al pisar suelo argentino. Ezeiza -que en 2024 movilizó 11,4 millones de pasajeros y en 2025 ya superó los 9,6 millones- cuenta con infraestructura para recibir aviones de gran porte y es la terminal de mayor conectividad del país, con 29 aerolíneas operando rutas internacionales.
El inicio de esta ruta también marca el regreso de la conectividad regular con Oceanía, interrumpida desde la pandemia. Gracias a la escala en Auckland, el nuevo servicio permite además que pasajeros de Nueva Zelanda embarquen rumbo a Buenos Aires, ampliando las alternativas de viaje entre ambos continentes.
El vuelo de 25 horas que aterrizó este jueves simboliza mucho más que un récord en la aviación comercial: es un nuevo puente entre tres regiones del mundo, con impacto en las familias, el comercio, el turismo y la diplomacia. Una apuesta ambiciosa que, según coinciden las autoridades presentes, abre una etapa inédita en la relación entre Argentina y China.