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Luego del tembladeral generado por Elisa Carrió, en el gobierno pusieron paños fríos. Dicen que van a aclarar todo con la líder de la CC y niegan que Macri vaya a pedirle la renuncia a Silvia Majdalani.
En el gobierno intentan contener a Elisa Carrió luego que la cofundadora de Cambiemos pareciera amenazar con abandonar el espacio si Mauricio Macri no decidía el alejamiento de Silvia Majdalani, subdirectora de la AFI, a la que acusa de espiarla.
“Vamos a investigar lo que ha dicho y se va aclarar todo”, contó ayer un funcionario cercano al presidente Mauricio Macri.
Mientras que por la mañana Carrió embistió nuevamente contra Majdalani y deslizó que podría irse de la coalición de gobierno, por la tarde emitió en un comunicado en el que se mostró más conciliadora con el macrismo.
En declaraciones a radio Mitre, la diputada dijo bien temprano que “pido su destitución. Estoy esperando la decisión presidencial, se lo comuniqué al jefe de Gabinete (por Peña) el lunes”, al tiempo que indicó que ‘no sé qué voy a hacer si la sigue sosteniendo. El Presidente tiene que decidir a quién defiende”.
Sin embargo, por la tarde suavizó su discurso. En un comunicado de su partido, aseguró que “la relación con el Presidente y con el gobierno es la más sincera que haya tenido jamás en algún espacio político”. En este sentido, remarcó que “mi vínculo y el de la Coalición Cívica con el gobierno no podrá ser alterado por más diferencias que podamos llegar a tener”.
Las idas y vueltas de la cofundadora de Cambiemos -Macri y Ernesto Sanz son los otros socios fundadores- hicieron temer un portazo. Los antecedentes no la ayudan: en 2001 se alejó de la Alianza, en 2014 Carrió rompió el armado FAUNEN -con la UCR y el Partido Socialista, entre otros-, y también espacios propios como el ARI y la propia CC sufrieron resquebrajamientos por diferencias internas.
Empero, en Casa Rosada saben que Carrió es fundamental para mantener en alto la bandera de la transparencia que tanto declaman -pese a los escándalos con los casos por conflictos de interés que surgieron desde el Correogate- y el devenir mismo de Cambiemos como espacio político con aspiraciones a mantener el poder más allá de 2019.
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“ Vamos a aclarar todo con ella y también vamos a constatar si son ciertas sus denuncias. Pero, la verdad, no tenemos conocimiento de lo que dice de Majdalani”, confió a este diario un estrecho colaborador de Mauricio Macri. Y, en este sentido, negó que las últimas declaraciones de la líder de la CC hayan puesto en riesgo la continuidad de la coalición de gobierno.
Otra calificada fuente oficial consultada, en tanto, desmintió que el presidente Macri vaya a pedirle la renuncia a la subdirectora de la agencia de espías tras las acusaciones de Carrió.
Pasado el mediodía, el ministro de Justicia, Germán Garavano, declaró que “no creo que haya desde la inteligencia estatal ningún tipo de persecución”, en lo que se interpretó como elíptico apoyo a la continuidad de la Nº 2 de la AFI.
Una ex legisladora de la CC, que hace años se alejó del partido, hizo una particular descripción del escenario que enfrenta el macrismo: “Les conviene tenerla adentro pese a sus críticas. Es que haría más daño afuera (del gobierno) y lo saben”