Por falta de quorum, fracasó este martes la sesión especial convocada por la oposición para tratar proyectos de derogación de los decretos sobre Fuerzas Armadas y asignaciones familiares.
Habiendo transcurrido una hora exacta desde el horario de la convocatoria, el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, dio por fracasada la sesión especial y habilitó las expresiones en minoría dentro del recinto de Diputados.
El Frente Renovador y el bloque Justicialista habían solicitado la sesión para tratar la derogación del decreto 683 de reforma militar y también un pedido de citación al ministro de Defensa, Oscar Aguad, a fin de que explique el alcance de esta medida que habilita la intervención de las Fuerzas Armadas en tareas de soporte en seguridad interior.
Al tomar la palabra, la jefa del bloque del Frente Renovador, Graciela Camaño, cuestionó el decreto al sostener que con su implementación “ni la Nación va a estar mejor defendida ni los ciudadanos tendrán mejor seguridad”.
“Claramente lo que se advierte (este decreto) es que van por las Fuerzas Armadas, claramente quieren desmantelar las Fuerzas Armadas y quieren quedarse con sus pertenencias, con sus tierras, fundamentalmente, porque no son tontos y parece que son una agencia inmobiliaria apropiándose de la tierra pública durante este gobierno”, disparó.
Por su parte, la diputada del Frente para la Victoria Nilda Garré defendió el actual régimen de “separación estricta del sistema de Seguridad y el de Defensa”, y recordó que ese criterio se estructuró a partir de lo que fue la experiencia de los gobiernos militares en las décadas de los 60, 70 y 80 inspirados en la doctrina de seguridad nacional que impulsaba Estados Unidos para la región.
En este marco, consideró que el Gobierno busca recrear un “cuadro de militarización”.
“Tenemos que mantener la de las Fuerzas Armadas, su capacidad de defendernos frente a un enemigo externo e integrarlas a la democracia sobre la base de no transformarlas en policías”, concluyó.