
Los exjefes de Gabinete Jorge Capitanich y Aníbal Fernández eran los únicos imputados que habían llegado al veredicto con pedidos de penas de prisión, pero el Tribunal consideró que la acusación del fiscal no era válida.
El Tribunal Oral Federal N.º 1 absolvió a todos los exfuncionarios y dirigentes deportivos investigados en la causa Fútbol para Todos. Entre los beneficiados por la medida se encuentran los ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández y Jorge Capitanich, junto a otros doce imputados por presuntas irregularidades en el programa.
En su resolución, los jueces José Michilini, Adrián Grunberg y Ricardo Basílico declararon nula por unanimidad la acusación del fiscal Miguel Ángel Osorio al considerar que “no hubo acusación fiscal válida”, según finalizaron los magistrados.
El fiscal había solicitado condenas de entre ocho meses y tres años de prisión y, además, había pedido la inhabilitación para ejercer cargos públicos. Sin embargo, no se encontraron pruebas suficientes para sostener la acusación.
El proceso, que comenzó en 2014, fue promovido por la legisladora Graciela Ocaña, denunciante en una causa en la que estuvieron implicadas numerosas personas y entidades del fútbol argentino, ya que el programa involucraba la transmisión de los partidos de Primera División.
Al juicio oral y público llegaron catorce personas, entre ellas exfuncionarios nacionales, dirigentes de la AFA, representantes de Futbolistas Argentinos Agremiados y empresarios vinculados al sistema de descuento de cheques. Las principales acusaciones incluían administración fraudulenta agravada y violación de los deberes de funcionario público. No obstante, los fiscales habían sostenido la acusación únicamente contra los exjefes de Gabinete Jorge Capitanich y Aníbal Fernández, los únicos que podían haber sido condenados.
Al analizar el alegato, el tribunal concluyó que este no cumplía con los estándares mínimos de motivación exigidos por la ley y que no lograba sostener la acusación. La decisión fue contundente: declarar la nulidad del alegato fiscal, lo que -explicaron los jueces- equivale a la inexistencia misma de una acusación válida contra los imputados.