Un repaso de lo que dejó el cierre de listas legislativas para las PASO de agosto muestra heridos en todos los sectores y a un oficialismo que se ve feliz por la división peronista en la Provincia de Buenos Aires.

El cierre de listas legislativas del último sábado dejó, como suele suceder, un tendal de heridos, vencedores y vencidos.

Además de mensajes que deberán ir decodificándose, en muchos casos con un final abierto que se cerrará recién en octubre.

En el oficialismo, el cierre fue el más ordenado. El ruido mayor se dio el día previo al cierre de listas, al confirmarse el paso al costado de Facundo Manes, que no quiso ser candidato cuando en lugar del primer puesto que le habían ofrecido hace meses fue desplazado al segundo, porque el gobierno pensó en Graciela Ocaña como una candidata más adecuada para hacer frente a la campaña, habida cuenta de que enfrente estaría Cristina Fernández de Kirchner.

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Fue un traspié también para María Eugenia Vidal, que cortejó al neurocirujano durante meses para que saltara a la política y terminó desairada, no por una decisión propia sino del comando de campaña de Cambiemos.

También perdió la gobernadora cuando se resolvió que Esteban Bullrich fuera el candidato a senador, cuando ella -igual que Jaime Durán Barba- se inclinaba por el perfil de Gladys González.

En ese sentido, podemos considerar a la titular de Acumar como alguien que si bien no puede ser considerada derrotada, tampoco consiguió el pleno que le auguraban: de estar a punto de liderar la campaña para el Senado, o la lista de diputados, concluyó secundando a Bullrich. En cambio ganó Ocaña, que logró un meritorio reconocimiento en el marco de la incorporación de su partido a Cambiemos.

Pero si de ganadores del oficialismo hablamos, primera y con corona aparece Elisa Carrió, que cobró muy bien su fidelidad a la alianza que ayudó a construir y su aceptación de encabezar la lista porteña de Cambiemos. Sumó detrás suyo allí a Juan Manuel López y Paula Oliveto, sin contar a Fernando Iglesias, que supo ser diputado suyo pero ya no le reporta y fue un pedido puntual de Mauricio Macri.

En provincia de Buenos Aires Lilita puso a Héctor “Toty” Flores segundo, y a Marcela Campagnoli cuarta en la lista.

También impuso a Maricel Etchecoin Moro como candidata a diputada provincial para la cuarta sección electoral de la provincia. En la lista santafesina, ubicó a Lucila Lehman en tercer lugar, y quinto a Gustavo Gutiérrez en Mendoza, en tanto que Alicia Terada es segunda en la lista del Chaco.

Perdedor resultó el intendente de Córdoba, Ramón Mestre, que no logró imponer el nombre de su hermano Diego al frente de la lista de Cambiemos de su provincia; batalló hasta el final, amagó con ir a interna y terminó ubicándolo en el quinto lugar.

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En la oposición arrancaremos por el kirchnerismo, donde claramente resultó desplazada la vieja guardia legislativa. De los diez diputados que conformaban ese grupo duro, solo Héctor Recalde y Juliana Di Tullio -jefe y ex jefa del bloque del FpV-PJ- figuran en las listas pero como candidatos a senadores suplentes.

A su vez, se quedaron sin lugares diputados como Carlos “Cuto” Moreno, Diana Conti, Carlos Kunkel, Edgardo Depetri y María Teresa García. De estos emblemáticos legisladores, Teresa García y Conti van segunda y sexta, respectivamente, como senadores provinciales en la Primera Sección, y “Cuto” Moreno para el mismo cargo en la Sexta.

El ex intendente matancero y actual titular del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, fue ubicado tercero en una lista donde no sobran los peronistas. Claro que la ex presidenta quería allí a Verónica Magario, cosa que también deseaba, parece, Espinoza, pensando en su regreso como intendente de La Matanza, pero la jefa comunal prefiere seguir donde está.

El segundo histórico de la lista es Daniel Scioli, quien no puede tomar con una sonrisa el quinto lugar que le adjudicaron, sino más bien una mueca. Sobre todo después de que había sido mencionado como previsible compañero de fórmula de Cristina para el Senado, o bien encabezando en Diputados.

Los que miran la mitad del vaso lleno desde el entorno del ex gobernador, dicen que al menos está en la lista nacional, cosa que en algún momento se puso en duda.

A La Cámpora no le fue mal en este cierre de listas, al menos en donde la ex presidenta mantiene influencia.

Hay quienes advierten que no tiene tantas candidaturas en la provincia de Buenos Aires, pero eso se debe a la necesidad de no incomodar a los intendentes, que ya de por sí no fueron incluidos en las nóminas. Todos los legisladores provinciales que ponía en juego en la provincia de Buenos Aires la agrupación van por la reelección, y son los únicos que están en esa condición.

A nivel nacional, La Cámpora no exponía ninguna banca y ubicó a Laura Alonso en el noveno lugar y a Horacio Pietragalla doce. Florencia Lampreabe, secretaria de Desarrollo Social de Hurlingham, aparece en el 17º lugar.

Si se tiene en cuenta que íntimamente Sergio Massa no quería ser candidato este año, tal cual le habían recomendado los colaboradores a los que más escucha, el líder del FR perdió. Quedó esclavo del propio corset que se impuso. Deseoso de mostrarse como el hombre que derrotó a Cristina en 2013, Sergio Massa quiere ser visto como el único capaz de frenarla. Pero el actual es un contexto muy distinto y su propósito más irrealizable.

La contradicción de su espacio queda claramente expuesta cuando si bien insiste en enterrar la grieta, esperó a que la ex presidenta confirmara su candidatura para presentar su lista propia, ante la suposición de que podría candidatearse para Diputados.

El frente 1País terminó siendo el último en presentar a sus candidatos el 24J, aunque la demora también se debió a las discrepancias internas que generó el cierre de listas.

El massismo renueva muchas bancas y la cosecha puede ser claramente menor, por lo tanto quedarán muchos en el camino. Mirta Tundis puso el grito en el cielo cuando apareció segunda en Capital Federal -blanqueando así las bajas expectativas que tienen para la elección en ese distrito- y volverá a ser candidata bonaerense.

En el tironeo, se le fueron los de Libres del Sur, que querían lugares buenos que el massismo no estaba en condiciones de ofrecer, pues también debía atender los requerimientos del GEN.

Previsible portazo y Libres del Sur afuera del acuerdo en la provincia, aunque mantendrán la alianza en la Ciudad de Buenos Aires.

En el randazzismo, el gran ganador es precisamente Florencio Randazzo, aunque la suya pueda ser una victoria pírrica. Logró llegar al final con casi todos los intendentes que lo respaldaban, aunque sobre la hora se le fueron dos del interior. Y será candidato, como deseaba. Se le plantó a Cristina Kirchner otra vez y pudo darse el gusto de discutir con ella cara a cara. De su sector, perdió el ex presidente de la Cámara baja Julián Domínguez, que aspiraba a liderar la nómina para diputados, pero tuvo que ceder su lugar a Eduardo “Bali” Bucca, pues los intendentes debían tener alguna representación, para diferenciarse así de la lista de Cristina. También quedó sin nada Héctor Daer, integrante del triunvirato de conducción cegetista, que se alejó del massismo recientemente para acercarse a Randazzo, pero no fue integrado a las listas.

Al final, gran ganador resulta Cambiemos, con la confirmada división del peronismo en el principal distrito del país, una ventaja inmejorable.

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En el interior hubo un gran ganador y otros inesperados

También se lograron reconocimientos inesperados en el interior como en San Luis, donde Ivana Serrano, dirigente camporista, fue ubicada en un simbólico segundo lugar de los senadores suplentes, antecedida por el propio gobernador Alberto Rodríguez Saá, mostrando la sintonía que los puntanos mantienen con el kirchnerismo desde que se asustaron por la alianza que Cambiemos hizo con Claudio Poggi, ex gobernador peronista y candidato a senador por esa fuerza.

Otro gran ganador en el interior es el ex presidente Carlos Menem, que a los 87 años será seguramente reelecto por un período más en la Cámara alta: su tercer mandato.

Y se vio reivindicado por el peronismo de su provincia, que necesita de su figura para no perder ante Cambiemos. Fue todo un reconocimiento para Menem el acto en el que se presentó su candidatura, junto al gobernador riojano, Sergio Casas, y su antecesor, Luis Beder Herrera.

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